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La tristeza arrasa y crea mi ser


La tristeza nos ayuda a mirar hacia adentro, a ser introspectivas y nos viene a decir que debemos revisar algo. ¿Pero, qué es lo que debemos revisar cuando la tristeza se apodera de nosotras? ¿Qué podemos aprender de ella?

Cuando a mediados de marzo decretaron en España la alerta sanitaria, comenzamos el estado de alarma, no era consciente de la envergadura de lo que iba a venir, en ese momento pensé que serían unas semanas de confinamiento, de estar aislada de contacto social físico, y que poco a poco retomaríamos la “normalidad”, pero la realidad no fue esa.

Lo que pasó fue que iban pasando los días, y cada noticia era peor que la anterior, no podíamos hacer nada, sólo quedarnos en casa para protegernos y proteger a los demás. Si cuando empezó 2020 me hubiesen dicho lo que íbamos a vivir, probablemente no lo hubiese creído.

La comediante que adora el crecimiento personal




Hola, mi nombre es Eliana y aunque no tenga el título de comediante por certificación, lo tengo por vocación.

Lo sé, por mucho tiempo he sido una gran defensora de la tristeza, este blog es una prueba de ello, por lo que decir que soy una comediante es como una contradicción, de hecho no he podido escribir desde otra emoción que no sea la tristeza, ella es una gran protagonista al momento de plasmar mis letras.

Y aunque quisiera escribir justo ahora algo que te haga morir de la risa, sé que en este primer intento no lo voy a conseguir, así que solo voy a soltarme para ver qué pasa.

¿Es posible escribir desde el humor sin que el texto cause risa? Seguramente eso es lo que ocurrirá con este escrito.

Soy una mujer jocosa, irreverente y un tanto imprudente, me gusta hacer reír y hasta burlarme de mí misma, pero nada de esto sale cuando escribo.

La tristeza y sus visitas

Querida tristeza, voy a empezar dejando las cosas claras entre tú y yo. Quiero decirte que te amo porque eres mía y, algo mío no puedo sino que amarlo.

Para mi eres una de tantas emociones que he aceptado y aprendido a  sentir. 

Te confieso que  tú, en concreto, me confrontas con LA VERDAD y, para mi, buscadora incansable de la verdad, esto significa TODO.

Me haces sentir qué y quién es importante en mi vida y qué no: personas, emociones y experiencias.

Sanando la relación con mi madre



Nuestra madre es el primer referente femenino que tenemos en nuestra vida, la hayamos o no conocido, hayamos tenido una buena o mala relación con ella, nos haya demostrado o no el amor, es una parte esencial de aquello que creemos. Estuvimos en su interior, sabemos perfectamente cómo suena su corazón, y aunque creemos que no lo sabemos o que ya lo olvidamos, todo lo que ella sintió durante el embarazo lo llevamos grabado en nuestro sentir y en nuestra forma de percibir la vida.

Reconocerla en nuestro interior es el primer paso para comenzar a sanar. Percibirnos a nosotras mismas siendo una proyección actualizada de la madre, o tal vez, comportándonos totalmente diferente a como ella lo hacía o lo hace es una forma inconsciente o consciente de identificarla para no repetirla, para no reiterarnos en el amor como ella lo hizo, pero no rechazándola, sino haciendo luz su presencia para no traer su herida de amor a cuestas.

Así se me fue medio año



Desde que comenzó este año solo me establecí un único propósito: trabajar en mi amor propio, lo cual no quiere decir que me he estado abstrayendo y olvidando del mundo en los últimos seis meses, me he ocupado más bien de organizar mis sentimientos, apaciguar mi ego y de cambiar mis pensamientos, y aunque he trabajado de puertas hacia adentro, lo he estado haciendo para tener una mejor conexión con el mundo que me rodea tan solo colocando el amor propio en su lugar.

Lo primero que identifiqué fue esa mirada externa y la baja tolerancia que tenía a la crítica o a las malas intenciones, sobre todo al referir mi estado de ánimo negativo a otra persona, y es por ello que escribí Cómo la gente te ve, precisamente para identificar desde qué autoestima o desde qué nivel de interpretación dejaba que la opinión de otro me afectara.

Sanarte como mujer para ser mejor madre



Muchas de nosotras tuvimos que ser madres primero antes de asumir una madurez emocional y obtener un sentido más profundo de la vida. Instintivamente amamantamos, cuidamos, protegemos y hasta criamos con una gran cantidad de falencias en nuestro interior, y sin saber que veíamos crecer a nuestros hijos sin crecer nosotras primero por dentro.

Pero ocurre que nuestro pequeño ya no es tan pequeño y comienza a entender -para nuestro asombro- la vida y sus complejidades, y eso te incluye, ya no te idealiza y ahora te ve desde la mirada del entendimiento y sabe que eres un ser humano que también posee defectos, hay cosas que te irritan de ese ser que adoras más que a nadie y que te hacen ver cosas tuyas desde su proyección y comportamiento, y se las criticas, sin darte cuenta que tú también las tienes.

30 minutos en 30 días



Como me gusta seguir las tendencias de mis bloggers favoritos e inspirarme con ellos, leer artículos a diestra y siniestra y ser una consumidora de blogs de todo tipo, pude darme cuenta que en este comienzo de año 2016 hubo dos proyectos de 30 días que seguí al pie de la letra de dos blogueras, en el mes de enero Aniko Villalba presenta “30 días de escribirme” y luego en febrero Diana Garcés propone “30 días hablando de blogs y productividad”.

Así que tomo estas dos maravillosas iniciativas como inspiración y propongo para marzo 30 minutos en 30 días, el cual es un proyecto de videos que estoy realizando este mes y que voy a compartir AQUÍ.

A partir de hoy y en los próximos 30 días les estaré contando sobre mi meta personal de este año: Mi amor propio, lo que estoy haciendo para lograrlo y muchos tips de crecimiento personal que he aprendido en estos dos últimos años llevando a cabo la escritura reflexiva.

100 posts 100 frases


He llegado a mi post número 100, así que para celebrarlo, he querido extraer de varios artículos 100 frases que de seguro en alguna oportunidad llamaron tu atención y llegaste a recalcar, subrayar, anotar, sugerir, comentar e incluso tuitear, así que mi invitación esta vez es para aquellos que son más fanáticos de las frases que de los textos, para los que prefieren leer solo extractos y no párrafos completos, este post de seguro te va a encantar y con alguna frase te vas a quedar, las he colocado en menos de 140 caracteres para que tuitees con la que más te identifiques.

Coloca la que más te guste en los comentarios y luego envíame un tuit.

1 Si tu vida no ha sido igual que la mía, si tu contexto no coincide con el mío, debo entender entonces que tu opinión no me define.
2 Lo diverso fue lo característico, lo novedoso fue lo reiterativo, el dejar atrás fue la constante y el comenzar de nuevo fue el objetivo.
3 Antes el silencio me aturdía, ahora lo busco desesperadamente para que me cuente de mí.

Carta de despedida a una ciudad



Le debía esta carta de despedida a una ciudad que me dio albergue por más de cuatro años, hace ya varios meses que me fui de allí y aún no le había expresado mi más profundo agradecimiento, uno siempre se despide de personas pero casi nunca se percata que los lugares también reclaman nuestra despedida, sobre todo aquellos lugares que nos estuvieron esperando para vernos crecer y se enorgullecen al ver cómo nos vamos de allí con el alma engrandecida.


Es cierto que recalqué muchas veces un tiempo que creí vencido en esa ciudad, pero ahora que la veo a la distancia, quisiera caminarla de nuevo y escucharla en la cordialidad de su gente, recuerdo sus calles como quien recuerda una risa, añoro esa cotidianidad como quien añora el encuentro de aquello que quedó suspendido en el tiempo, pero con la esperanza de volver a encontrarse algún día.

Extrañarse a uno mismo



En estos días me ha dado por recorrer mi historia y rememorar mis vivencias, verme en distintos lugares a través de fotos y reconocerme en esa sonrisa abierta, en esa mirada quizás ingenua, en esos tiempos en los que anhelaba ser lo que soy ahora sin imaginar que tanto he cambiado, soy tan diferente a la de hace diez años, incluso a la de hace un año o a la de hace cuatro meses, de hecho seré diferente una vez que culmine de escribir lo que ahora lees, ya que soy de esas personas que aprovecha la escritura para limpiarse, para exiliarse de la indiferencia y para encontrarse con lo nuevo, utilizo las emociones para mover cosas en mi interior y para organizar mis sentimientos.


Cuando uno se ve a sí mismo en el pasado, cuando uno se recuerda al lado de las personas que ya se fueron, en realidad uno no extraña a nadie, uno se extraña a sí mismo en esos escenarios, en esos contextos, las personas te hacen ver cosas que no veías, y cuando no están, te sientes ausente de ti (la ausencia de otro remarca nuestra propia ausencia), ausente de lo que otros te brindaron, de lo que te hicieron ver, apagas entonces tu casa como si la felicidad viniera de afuera, y ocurre que cuando las personas han estado, durante su permanencia has encendido la luz de tu casa interna.

En busca de mi crecimiento interno


Refinar y mejorarme como persona es un objetivo que lo llevo muy claro y en el cual he estado trabajando desde hace algún tiempo, el impulso por conseguir un estado de plenitud es una fuerte motivación para mí, la postura básica que tengo hacia la vida y mis prioridades se han volcado hacia un estado de realización interior cuya meta no tiene un límite establecido, al menos que ese tope signifique la libertad absoluta de mi alma.
Siempre estoy abierta a nuevas experiencias, tal vez esto sea porque necesito de constantes estímulos y actividades de índole mental en las que también se involucre la contemplación y por ende la creatividad. No me gusta verme inmersa dentro de las expectativas de los demás, y como me gusta improvisar, esto suele ser bastante decepcionante para los otros, además como mi espíritu no es para nada competitivo, no ando midiéndome con nadie ni entrando en las comparaciones, es por ello que cuando toca jugar, por lo general me retiro.

La cadena de la inspiración


Hoy en día hay una gran cantidad de temas desarrollados en la web para el gusto de cada quien, particularmente soy una apasionada sobre temáticas de crecimiento personal y travesías viajeras, así que si quiero inspirarme tengo mis blogs favoritos (incluyendo el mío) en los que busco lecturas que me motiven e iluminen mi creatividad.


Cuando la musa inspiradora aún no baja hacia mí, suelo buscar temas de espiritualidad y emociones saludables o maravillosos relatos de aquellos países que aún no visito, tengo autores predilectos a los que no solo me limito a leer, sino también busco entrevistas y videos para profundizar en sus puntos de vista, así que cuando los escucho, ocurre que muchos afirman haber tenido un modelo a seguir o alguien que los inspiró a estar donde están, esto me puso a pensar sobre una gran cadena de inspiración que muchos estamos haciendo, y sin darnos cuenta, estamos trabajando por un mejor planeta.

Trabajando duro o durando en el trabajo


Crecer profesionalmente es parte del éxito de cada quien pero no es el único peldaño para alcanzar el éxito, un ser integral es aquel que sabe equilibrar su vida para que todo quepa, la familia e incluso el ocio son esenciales para el desarrollo humano y el bienestar de las personas.


Para que una empresa crezca y dé los mejores resultados, debe procurar que sus empleados permanezcan el tiempo justo cumpliendo sus labores, pero si las instituciones siguen aplaudiendo a los que se quedan en largas jornadas laborales hasta que los ojos irritados del cansancio no den más por las tantas horas frente al computador, y desalienten a los que cumplan un horario, a la larga tendrán dentro de su nómina gente frustrada o enfermos que piden reposos para alejarse de sus puestos de trabajo porque el cuerpo les exige descansar.

No distraigas a la tristeza



Muchas veces por quedar fuertes ante los demás terminamos débiles ante nosotros mismos, nuestra cultura no acepta a la tristeza como una de las emociones básicas del ser humano y propia para la subsistencia, con tantos acontecimientos dolorosos que acaecen es válido sentirse tristes, pero cuando lo manifiestas, de inmediato te sugieren salir de ella para distraerla, despistarla y desaparecerla.

Ojalá se pudiese desaparecer a la tristeza con tan solo ignorarla, sería un remedio infalible y de rápida solución. De hecho cuando le mencionas tu tristeza a alguien más lo único que haces es recordarle su propia tristeza, así que la recomendación será evadirla para que juntos vayan a tirarla a alguna parte donde seguramente no los alcance.

Carta a mi futura yo


Mi muy querida y adorada Eliana, te escribo esta carta justo en un momento de tu vida en el que estás haciendo muchos cambios, la lees diez años después ya casi finalizando tus cuarenta y tantos. ¿Qué estarás haciendo? ¿Cuántos libros has leído y cuántos escrito? ¿Tuviste otro hijo? ¿Conociste muchos países? ¿Si recorriste la costa sur española como tanto querías? ¿Tienes la casa frente a la playa como lo añorabas? ¿Llegaste a conocer la nieve? Ojalá seas la escritora reconocida con la que yo sueño ahora y estés llegando de una firma de libros.
Te cuento que por estas fechas andas tranquila, ya sabes controlar tu ansiedad, estás caminando mucho, agradeces todo el tiempo, tienes gran vitalidad; dime por favor que ya corres media hora, lo sé, trotar no es tu deporte favorito, pero me prometiste que lo harías. De seguro te estás amando con locura, ya sabes respetar tus espacios, ya no te postergas, aceptas a las personas como son porque te has aceptado a ti misma.

Todos somos recuerdo



Pasar por la vida como si no se hubiese pasado es un gran error que muchos cometen, particularmente no me gusta jugar al incognito ni al desapercibido que nadie nota, apuesto mejor por el dejar huellas en el corazón de la gente, aunque sepa que pasaremos de moda en la vida de muchas personas y aunque no seamos tendencia de encuentros, es preferible cuando alguien nos recuerda y sonríe, a que nos volvamos un mal recuerdo.

Crecer implica saber cuándo nuestra estancia ha caducado en aquellos lugares donde sentimos que no le pueden ofrecer más a nuestra alma. Cuando se permanece por mucho tiempo en un espacio que nos va causando ambivalencias emocionales, es mejor entonces ir caminando hacia el desprendimiento, comprender que el aferrarse duele y que al soltar se aprende, nos ayuda a dejar con gratitud instantes de vida donde se avanzó hacia una merecida consciencia.

Buscando el amor propio



Ya llevo rato haciendo una búsqueda que pareciera fuese fácil pero es definitivamente cuesta arriba, hay diversas teorías sobre lo que es amarse a uno mismo, pero siempre termina siendo una experiencia muy personal, íntima y profunda que no puede compararse con la de nadie más. Cuando se habla de buscar el amor propio es preciso seguir ciertas rutas, caminos que nos parecen intransitables y angostas calles empedradas que muchas veces preferimos evitar y tomamos la vía mas fácil, esa que precisamente nos aleja de nosotros mismos.

Hagamos un ejercicio e imaginemos que tenemos en nuestras manos un mapa que nos indica cómo llegar hacia el amor propio, en él se destacan algunas estaciones donde debemos detenernos y aprender ciertas cosas para seguir nuestro destino. La primera estación se llama “Aceptarnos sin juzgarnos”, nada más el nombre mueve algo en nosotros y nos provoca un extraño ruido que decidimos ensordecer tomando otro camino. En esta estación debemos aceptar nuestra mente, emociones, esperanzas, sueños, la personalidad única que nos caracteriza, y lo más importante, aceptar nuestro cuerpo tal como es, así que sin rechazarnos ni sabotearnos la felicidad, la libertad y el amor, podemos continuar el camino.

Los hijos: compañeros de la vida



Ser padres es uno de los mejores roles que podemos asumir en la vida, un hijo es la mejor persona que podemos llegar a conocer. Cuando nos convertimos en mamas desbordamos el amor que no sabíamos llevábamos dentro y se lo entregamos a un pequeño ser indefenso dependiente de nuestros cuidados, le añadimos un cariño exagerado a esa deliciosa criatura que enternece nuestra nueva sublime forma de ver la vida. Nos olvidamos por un rato de nosotras y nos entregamos a esa vigilia forzada, a ese adorable caos en el que se nos convierten los días. La abnegación es una actitud permanente que adoptamos con valentía, el llanto es un alerta de amor y nuestros pechos agrietados nos cuentan que el alimento ha sido entregado a esta personita que Dios nos ha prestado.

Como bien lo dijo José Saramago: "Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos...", y aunque en nuestras manos esté la majestuosa responsabilidad de educarlos y guiarlos, no somos sus dueños, no son nuestra propiedad, están con nosotros para enseñarlos a volar, son compañeros de vida que muchas veces nos vienen a dar grandes lecciones, pero nos creemos tan superiores que cuando emiten algún juicio o se comportan de cierta manera, creemos tener sobre ellos la potestad de definir su personalidad desde lo que somos y no desde lo que ellos pretender ser.

De este lado de la vida


Ya muy cerca de pisar una nueva década puedo decir que ahora me encuentro en otro lado de la vida, desde aquí, el mundo ya tiene otra perspectiva, mis mejores años son precisamente estos, donde la juventud aún me acompaña y la madurez ya se arrima, donde la experiencia adquirida ha marcado mis emociones y las prioridades ya señalan otros rumbos, nuevos caminos que marcó la enseñanza dejando atrás rutas bien recorridas.
En este lado de la vida es justo donde quiero estar, ya tengo claro a lo que no quiero darle continuidad, ya no me asocio con la inconformidad, la motivación y el entusiasmo son los que me van mostrando la etapa más productiva y significativa de mi vida.

Seamos padres emocionalmente presentes



Tuve la suerte de tener una madre con carácter y un padre emocionalmente presente siempre, entre ambos ocurrió el equilibrio perfecto para convertirme en una mujer emotiva y determinada. Nunca fui una niña rechazada, humillada ni excluida, y lo más importante, siempre me sentí querible y querida.

Hacemos todo lo posible para que nuestros hijos tengan todo aquello que no tuvimos: los mejores colegios, la comida, la ropa, los juguetes; pero muchas veces no sabemos diferenciar ese día en que nuestro hijo comenzó a mirar diferente. La premura de la vida no nos permitió detenernos, y nos fuimos ausentando hasta que nos hicimos extraños.

El mundo necesita de padres emocionalmente accesibles, padres afectivamente presentes e involucrados, disponibles para el cariño, el apoyo, la empatía y el abrazo. Pero es difícil vincularnos emocionalmente con nuestros hijos si estamos desvinculados de nuestras propias emociones. Establecer vinculo para conocer la anatomía espiritual de nuestros hijos a partir de relaciones gratificantes y amorosas, es lo mejor que le podemos ofrecer para que construyan una sana identidad.