Seguramente has
llegado a escuchar la típica frase de “sé la protagonista de tu vida y no te
quedes como espectadora”, pero ¿cómo ser la protagonista cuando la
antagonista tiene más lineas en el guión?
La antagonista
es esa tú, que no solo le asignaron más escenas en el rol de tu vida, sino que
además le encanta robarse tu ángulo favorito y quedarse con la mejor posición para que le dé
la luz.
Es esa adversaria
que le gusta sabotear cada plan que tienes, cada nueva propuesta, cada nuevo
proyecto, incluso hasta le pone fecha de caducidad a los tiempos de felicidad.
Esta otra tú, que
muchas veces has confundido con la verdadera tú, le encanta ser evasiva,
mentirosa, dramática, ansiosa, imprudente, controladora y hasta intransigente.