Siempre me ha gustado llevar
la delantera, si estoy haciendo una actividad en grupo, soy de las que prefiere ir de primera y
guiar al resto, tal vez porque soy la hermana mayor y tomar el mando no me
cuesta.
Aunque no me considero una persona competitiva
ni me siento una líder, pero siempre he
apostado por inspirar, motivar, tomar la iniciativa e incentivar a otros,
siendo éstos rasgos muy característicos del liderazgo.
¿Pero qué pasa cuando estás de puertas hacia
adentro del mundo? El concepto de
liderazgo toma otras formas y más cuando te toca ser la líder de tu propia vida,
así que el gestionar, promover o convocar son conceptos que quedan relegados y
más cuando no se tiene una buena valoración de la estima propia.
Hasta que no caminas hacia el autoconocimiento
y sus múltiples calles empedradas no te das cuenta que construir tu propia identidad o tomar decisiones conscientes son parte
de un liderazgo personal.