Carta a Shanghái


Una ciudad te enamora y puedes llegar a odiarla sin saber muy bien porqué.


Depende de muchos factores pero el principal es el interno, nuestro mundo interior y el momento de vida por el que estamos pasando.

En mi caso cuando viajé a Shanghái no sabía muy bien cómo iba a sentirme, era mi primer viaje a Asia e iba muy ilusionada por conocer esa nueva cultura, una experiencia que estaba deseando vivir y disfrutar. Y de la que no era muy consciente de cómo iba a influir en mí, en mi manera de ver la vida, en ese momento en el que no sabes muy bien quién eres y por lo tanto todo lo haces “superficialmente”, sin ver más allá de lo que estás viviendo.

A las pocas hora de estar en Shanghái me di cuenta que esa ciudad no me llenaba, y había algo que rechazaba en ella, en ese momento no sabía lo que era, pero sí sabía que no era la ciudad que había imaginado, la que llevaba mucho tiempo soñando conocer (muchas veces nuestra mente nos juega malas pasadas, llevándonos a un futuro que no viviremos nunca, sólo dentro de nuestra cabeza) por lo que hoy al volver a ver las fotos de ese viaje a China, he decidido escribir esta carta a esa ciudad que en su día rechacé, y que no llegó a enamorarme como yo esperaba.


“Mi querida Shanghái, cuando aterricé en ti, llevaba una semana viajando por China, Pekín con su espectacular muralla, que subí y bajé a pie disfrutando de sus increíbles vistas.

Xi'an,  impregnada de historia y repleta aún de secretos por desvelar de la antigua civilización China, con su ejército de guerreros de terracota que me impactó tanto que acabé enamorándome del “Arquero Afortunado”.

Hong Kong con su Pico Victoria (Victoria Peak),  la montaña más alta de la isla, desde sus 552 metros de altura pude deleitarme de las mejores vistas de la bahía de Hong Kong.

Por lo que cuando bajé las escaleras del avión en tu aeropuerto, ya tenía una idea de lo que era China, su cultura y sus habitantes.

Iba predispuesta a seguir empapándome de la belleza y de todo lo que tú Shanghái me ibas a regalar.


Es cierto que estaba influenciada por amigos y conocidos que me habían hablado de ti como una gran ciudad, que era el centro financiero de China, en ese momento yo trabajaba para un banco en Madrid y estaba muy interesada en esos temas, también me habían hablado sobre tu gran mercado de imitaciones… ¡La de cosas que iba a comprar! Para mí, y para regalar, tu Jardín Yuyuan con sus preciosas colinas, lagos y canales cruzados por puentes de madera…

Como ves querida Shanghái las expectativas que tenía de ti eran muy alentadoras para mí, y estaba muy ilusionada con conocerte y visitarte.

¿Qué paso cuando llevaba unas horas paseando por ti? Me sentí abrumada por tanta gente, que iba de un lado a otro y que ni siquiera se miraban a los ojos, noté frialdad en el ambiente y cada vez me sentía más y más alejada de lo que estaba viviendo, hasta el punto que pensé ¿Qué hago aquí? Es cierto que en las anteriores ciudades que visité, también viví esa experiencia, pero no me impactó tanto ni llegué a tener esas sensaciones que tuve contigo.

Ahora ya visto desde la distancia entiendo que lo que me pasó en ese momento fue una saturación de todo lo que había vivido y las expectativas que tenía de la vida, y cómo todo eso se iba desvaneciendo y dando paso a una nueva Mariví que estaba cambiando en ese viaje a Asia sin ser consciente de ello hasta que llegué a Madrid, donde pude comenzar a ver y entender lo que había vivido y que podía esperar de la vida si seguía viviéndola como la estaba viviendo hasta ese momento.

Por lo que tú Shanghái me hiciste abrir los ojos a un mundo nuevo para mí, una visión de la vida mucho más cercana a lo que soy, en ese momento no sabía ni quién era, el pasear por tus calles y vivir esa sensación de lejanía y frialdad me hizo darme cuenta que ese mundo no era mi mundo, que todo lo material es simplemente una máscara para ocultar y aparentar quién soy realmente, mostrar sólo la parte bonita de mí era lo que me hacía sentir incomoda contigo y tus gentes.

En la distancia y después de los años se ven las cosas de otra manera.


“Dicen que hay que escribir de un lugar cuando uno ya se fue”, escribiéndote esta carta Shanghái estoy siendo feliz al recordar los paseos por tu Jardín de Yuyuan, la paz y tranquilidad que sentía haciéndolo. Las increíbles vistas desde el mirador en tu Torre de Perla de Oriente, caminando sobre la esfera y viendo a través del suelo de cristal todo mi mundo, en ese momento lejos de pasar miedo sentía que estaba volando y fluyendo.

Ahora pienso, qué sentiría al volver a pasear por tus calles, ¿me enamoraría de ti? ¿O tendría esa sensación de rechazo, y de querer salir huyendo y alejarme de ti?

Eso querida Shanghái solo lo sabré visitándote de nuevo, volviendo a reencontrarme contigo, empapándome de tus olores, sabores, colores, fuiste una ciudad que mi mundo interior rechazó en ese momento de mi vida por el que estaba pasando y no fui capaz de amar. A día de hoy ya más consciente de quién soy te prometo darte una segunda oportunidad y vivir tu realidad, sin expectativas preconcebidas, ni grandes ilusiones porque me hagas feliz, sino dejándome llevar por tu calidez y esencia, disfrutando de ti por lo que eres, no por lo que me dicen que eres o yo pienso que eres.

Gracias Shanghái por haberme hecho crecer, ser más consciente de mi vida, de quién soy y de lo que realmente me hace feliz, viajar a ti fue un privilegio que volveré a repetir.

¡Nos vemos pronto querida Shanghái!

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Conocí a Mariví a través de un post titulado Por qué tus pensamientos candado te alejan de tu felicidad, a partir de un comentario que dejé en este post surgió una linda amistad de blogueras que nos ha llevado a colaborar la una con la otra para compartir experiencias, tanto así, que no es la primera vez que Mariví deja sus palabras en este blog, ella fue parte del proyecto Mujeres que aprendieron a querer y participó con el relato de La mujer desdichada.

Además mis letras también fueron parte de su blog con un hermoso post invitado que lleva como título Qué entiendo por felicidad y cómo la vivo cada día, un artículo que me encantó escribir para su web.

Mariví es la creadora de Tu amiga online un blog en donde el tema principal es la felicidad, si no sabes cómo llegar a la felicidad, si no comprendes del todo este concepto el cual todos andan buscando o necesitas herramientas para dar con tu propia felicidad, pues en este blog encuentras todas las respuestas.

Mi invitada nos habla en esta carta a Shanghái del viaje después del viaje, una vez que pasa el tiempo y que los recuerdos reposan un rato, retomamos las fotos y volvemos a viajar, pero esta vez desde una perspectiva distinta de vida, volvemos hacer el recorrido una vez que las expectativas han dejado de tener preponderancia y podemos verlo ahora todo con ojos distintos.

Viajar a través de las emociones es la gran propuesta de este proyecto y creo que ella lo ha logrado de una forma perfecta.

Tal cual como el año pasado, Mariví vuelve a ser la segunda escritora invitada del proyecto de escritoras invitadas y espero comiences a seguirla en Facebook, Twitter e Instagram para que estés al tanto de sus hermosas publicaciones.

Lee también Carta a Madrid.

19 comentarios:

  1. ¡Mi querida y admirada Eliana, muchísimas gracias por invitarme a participar en tan precioso proyecto!

    Cuando viajamos no somos conscientes de lo que ese viaje podrá regalarnos para nuestro crecimiento, en muchas ocasiones pensamos que desconectar de nuestra "vida" por unos días nos ayudará a cargarnos de energía, y sí es cierto que eso pasa. Pero si somos capaces de dejarnos envolver por la belleza del lugar en el que estamos, sus costumbres, sus gentes, aprender culturas que quizá están en las antípodas de la nuestra, esa energía será tan placentera y enriquecedora que nos durará toda la vida.

    Volver a revivir mi viaje a Shanghái ha sido toda una montaña rusa de sentimientos y emociones, en la que he disfrutado y sufrido a partes iguales, a la vez he sido consciente de todo el aprendizaje que supuso para mi crecimiento y evolución personal y profesional, y que me ha encantado poder compartir con vosotras.

    ¡Gracias y felicidades querida amiga por este espacio que tanto valor aporta a las mujeres!

    Un fuerte abrazo

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    1. Mariví tú siempre con palabras tan bonitas para regalarme, la verdad que es todo un placer tenerte en mi blog, eres una gran escritora y transmites muchas cosas al momento de escribir y eso ha quedado muy demostrado en esta carta y con tu relato, así que por aquí tienes las puertas abiertas para ser parte de este blog las veces que quieras y en cada uno de mis proyectos. Besos.

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    2. ¡Muchísimas gracias por tus bonitas palabras Eliana, me has emocionado con ellas!

      Encontrar personas que escriben con la delicadeza que lo haces tú es una delicia, un inmenso placer leerte siempre, aprender de ti, de tu creatividad. Poder formar parte de tus proyectos que me enamoran es un honor para mí, y tenerte en mi blog contando tu preciosa historia de felicidad es todo un privilegio para mis lectores, y para mí. Gracias por tu generosidad al formar parte de Sé Feliz a Tu Manera. Seguimos creciendo juntas querida amiga bloguera.

      Besos.

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  2. Aveces ponemos tantas expectativas en las cosas, en los viajes, en las personas, en las situaciones, es costoso.
    Con el tiempo descubres que sin esas expectativas, todo es distinto, y si lo consigues los resultados serán la mayoría de las veces asombrosos.
    Te enseño muchas cosas Marivi, pasado el tiempo, Sanghái te ha traído esta carta preciosa y a su vez también a nosotras.
    Gracias a ti y a Eliana por estas cartas.
    Un abrazo

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    1. Gracias por a ti Virginia por leer la carta, cuánta razón tienes, muchas veces las expectativas que nos ponemos, o nos ponen otras personas, son las que nos condicionan a la hora de vivir nuestras experiencias, y como dices es costoso. Por eso cuando escribí esta carta a Shanghái, me alegra que te haya gustado, me di cuenta que mis expectativas eran muy elevadas, y decidí que volvería a darle una segunda oportunidad a esta ciudad, dejando que todo fluya, y siendo consciente que lo que es, es. Sin esperar nada más. Un fuerte abrazo!

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  3. ¡Hola Eliana! Es muy interesante conocer las diferentes percepciones sobre una experiencia tan apasionante como viajar y definitivamente las Cartas a Shangai escrita por Mariví Porras dejan en el aire el anhelo de conocer lugares tan simbólicos como éste. Gracias.

    Un abrazo,

    Serena

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    1. Efectivamente Serena, viajar es apasionante, y una experiencia que todos vivimos a nuestra manera, percibiendo nuestras emociones, sentimientos, agudizando nuestros sentidos mientras lo hacemos, y una vez que hemos terminado el viaje comenzamos a analizar los aprendizajes. Si te gusta viajar serás feliz haciéndolo, leyendo las cartas que verás por aquí estoy segura que serán todo un revulsivo para ti, todas las ciudades tienen su encanto, si sabemos verlo y no estamos condicionadas para ello. ¡Un abrazo, y felices viajes!

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  4. ¡Qué bueno Mariví!

    Mi hija irá a Shanghai este verano pues uno de sus amigos (del instituto) vive allí desde hace un año y con otros 5 amigos irán a visitarle.

    Yo estoy encantada de que visite ciudades que seguramente ahora no le dicen nada pero que con el paso de los años recordará para amarla, odiarla o simplemente aceptar que en la vida, cada uno vive la vida (y la ciudad) que más le gusta.

    Yo ahora estoy en Costa Rica con mi hijo (él eligió el destino) y lo que me alucina es la parte salvaje que han conseguido mantener en este pequeño país. Su eslogan publicitario es "Costa Rica, pura vida"

    Y la verdad ... así lo siento. La naturaleza, la fauna y la flora, son espectaculares, y todavía no he visto más que tres ciudades de la Costa Pacífica. Desde el volcán Arenal escribiré el artículo sobre la Alegría. Así lo siento. Y así lo haré para entregártelo a mi regreso a España.

    Lo perfilaré en las 10 horas de vuelo que tengo a la vuelta. ¡Nos vemos el 16M en el evento de Sergio y Diana!

    Un abrazo a las dos, Mariví y Eliana, por vuestra labor y presencia consciente en este mundo.

    AB+

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    1. ¡Qué bonita causalidad Ana! Ya me contarás que tal la experiencia de tu hija en Shanghái…

      Visitar ciudades, recorrer el mundo nos sirve de aprendizaje, quizá en el momento en el que estamos en esa ciudad no somos muy conscientes de ello, pero cuando pasa el tiempo lo somos, aprendemos a ver desde otras perspectivas lo que vivimos, que puede que nos guste o no…, eso solo lo sabremos viajando, viviendo, lo que para unos es una maravilla y la ciudad de su vida, para otros es todo lo contrario.

      Buen destino el que ha elegido tu hijo, me lo anoto para conocerlo, disfrutadla muchiiiiiiiisimo.

      Lo tuyo sí que va a ser una historia de Alegría, y felicidad en toda regla, desde el volcán Arenal, estoy en un sin vivir por leerlo, y por ofrecérselo a los lectores para que vean cómo se puede Ser Feliz Viviendo a Nuestra Manera. ¡Muchísimas gracias por tu generosidad Bizarro!


      Un fortísimo abrazo con Acción y Alegría, y gracias a ti por demostrar que la Chispa de la Vida está en cada uno de nosotros.

      El 16 nos vemos en persona, yuhuuuuuuuuu!!!

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  5. Hola Eliana! Vaya que gran invitada tuviste, Mariví debo decirte que a veces me ha pasado he tenido o puesto expectativas muy altas a algunas ciudades suponiendo que iban a ser igual de impactantes que otras incluso del mismo país como te paso a vos, pero llegado el momento no he sentido esa conexión o ese sentimiento que te hace decir woww estoy aquí!

    China es uno de los paises que más nos llama la atención junto con mi pareja y que le tenemos muchas ganas esperemos pronto poder tener la oportunidad de ir y visitarla.
    Abrazos!

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    1. La conexión con las ciudades es igual que con las personas Gabriela, muchas veces nos hablan sobre una persona o ciudad y son tan altas las expectativas que nos crean y nos creamos, la ilusión que tenemos por conocerlas, o porque esa conexión sea realmente la que deseamos, que cuando estamos enfrente de esa persona o visitando esa ciudad, la desilusión nos embarga sin saber muy bien por qué. Eso es lo que me paso a mí en Shanghái, y hasta que no estuve lejos no lo entendí.

      China es un gran país, su cultura, sus gentes y sus ciudades no os serán indiferentes, cuando tengáis ocasión estoy segura de que la disfrutareis a vuestra manera.

      Un abrazo, y gracias por compartirnos vuestras vivencias viajeras!

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  6. Hola Eliana y Mariví! que bonita la carta a una ciudad que en ese momento te desilusionó. Las expectativas hacen, tantas veces, una mala pasada. Tengo una gran amiga, muy viajera que por circunstancias no ha estado en Paris. y siempre dice... me da miedo ir, tengo tantas expectativas puestas jejejeje.

    Anécdota a parte, me encanta la visión de ver esa experiencia desde los ojos de hoy. Los viajes son una gran escuela de crecimiento personal si sabemos aprovecharlos como tal.

    Un abrazo a las tres ;)

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    1. ¡Gracias Adriana por tus bonitas palabra! Los viajes son como dices una gran escuela de crecimiento personal, nos enseñan antes de ir a la ciudad, durante nuestra estancia en ella, y después en la distancia y con los años, si somos conscientes de nosotras, de lo que vivimos, sabremos aprovechar todas y cada una de las etapas que tiene un viaje.

      La anécdota de tu amiga es de lo más habitual, todos tenemos expectativas sobre ciudades que hemos visto en películas, leído en libros, o cuando alguien nos cuenta su vivencia en ellas. Te cuento una anécdota que me pasó a mí, cuando viajé a Buenos Aires estaba con ese mismo miedo, desde pequeñita era mi sueño ir a esa maravillosa ciudad, como ya había vivido la experiencia de Shanghái, decidí ir sin ninguna expectativa, conocer la ciudad, y si me gustaba genial, si no, no pasaba nada…, estoy segura que eso me hizo disfrutarla mucho más, que si hubiese ido con las expectativas que tenía en un principio, y lo que hizo que me enamorara de Buenos Aires como lo hice.

      Un fuerte abrazo!

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  7. Viajar llena y cambia vidas, es una medicina para ver otras realidades de la vida.
    Las expectativas pueden condicionar mucho nuestra forma de ver como es el mundo real.
    Sin duda alguna se aprende cuando nos tocamos como una realidad diferente a todas las ilusiones que teníamos.
    Excelente historia para dejar que todo fluya libremente a la hora de realizar un viaje.

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    1. Ese es el secreto Alexa, fluir libremente a la hora de viajar, como dices viajar nos llena y cambia la vida, es una de las mejores medicinas para abrir la mente, para ayudarnos a crecer como personas, a ser más empáticos con los demás, ver otras realidades que si no viajáramos no veríamos. Por eso las ilusiones y expectativas debemos dejar a un lado, para que no nos condicionen antes, durante y después de cada viaje que hagamos.

      Un abrazo!

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  8. Realmente somos extraños en otras ciudades y muy pocas veces nos sentimos como en casa cuando estamos de turismo. Pero nunca he llegado a sentirme como le pasó a Mariví con Shangai. Pero eso la hizo despertar y es lo que se llevó, bss!

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    1. Efectivamente Paula, en otras ciudades somos extraños y pocas veces nos sentimos como en casa, en mi caso la ciudad de Shanghái me hizo despertar y darme cuenta que ese sueño que estaba viviendo no era el que quería vivir, eso es lo que me llevo como muy bien dices tú, por lo que estoy inmensamente agradecida a Shanghái y lo que me hizo sentir, durante mi viaje y después en Madrid.

      Viajar es toda una experiencia de autoconocimiento, personalmente considero que es indispensable para crecer y evolucionar en nuestro mundo interior y exterior.

      Un abrazo!

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  9. Preciosa carta de Shanghai, una ciudad que no conozco pero que me gustaría visitar. Cuando viajamos nuestra mente cambia y crecemos como personas, conocemos otras culturas y otras formas de ver y vivir la vida...aunque es cierto que nuestras expectativas influyen mucho en el país o ciudad que visitamos. Cuando viajamos lo mejor sería fluir con lo que vamos encontrando por el camino, sean personas o ciudades. Muy interesante leer esta carta

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    1. Esa es la conclusión a la que llegué después de mi viaje a Shanghái Cami a l’Estel “fluir con lo que me vaya encontrando por el camino, sean personas o ciudades”. El tener altas expectativas nos condiciona a lo que vamos a ver y a vivir. Por eso si nuestra mente está libre de expectativas creceremos y disfrutaremos de todo lo que vivimos en nuestros viajes.

      Estoy totalmente de acuerdo contigo sobre viajar y cómo al hacerlo nuestra mente cambia, crecemos como personas conociendo otras formas de ver y vivir la vida.

      Muchas gracias Cami a l’Estel por tu comentario y por tus bonitas palabras sobre esta carta a Shanghái, ciudad que te recomiendo visitar y una vez allí dejarte llevar por lo que veas, y sientas, fluir y fluir... :)

      Un abrazo!

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