La fobia, acompañante silenciosa

 


Soy la fobia. Llego a interrumpir la rutina, el ciclo natural de la vida, cuando crees estar en control, tranquila, llego a desestabilizarte, a remover el suelo por el que pisas, soy yo, la fobia y hoy vengo a contarte un poco de mi.

 

Vivo escondida en lo más profundo de tu ser, pero sólo necesito un pequeño estímulo para salir a flote, tratas de disimularme pero seamos honestas, tú y yo sabemos que no puedes, así que has tenido que aprender a convivir conmigo, quién diría que las cosas que parecen tan rutinarias como conversar con personas, sobre todo las que no comparten tus mismos criterios y te juzgan, te harían transpirar, sentir escalofríos y hasta náuseas, quién podría comprender mejor que tú, que sólo un patrón de agujeros te haga arrugar la cara, tensar los hombros y desviar la mirada porque se te hace insoportable.

 

Todos hablan de la alegría, el temor, la rabia, la sorpresa, todas tienen un lugar en las historias de la gente, en el cine, la radio y la televisión tal cual estrellas de cine, pero yo, la fobia, quedo relegada a la silla del psiquiatra, uno de los pocos que se atreve a hablar de mí abiertamente, ¿Será que los demás me tienen Fobia? Que no pase desapercibida la ironía.

 


No soy placentera, seamos claras, pero no puedes negar que te regalo un choque de adrenalina que te mantiene viva, sí ya sé, preferirías cualquier otra forma, pero soy yo la que está aquí, así que aprendamos a llevar la fiesta en paz, puedes evitarme ya lo sabes, pero también puedes confrontarme y exponerte a mí, después de todo ya no eres una niña que puede esconderse.

 

El frío, el vacío en el estómago, el miedo irracional que no te deja moverte de lugar pero con el que aún así tienes que hacerlo, esa es mi especialidad y me divierte aparecer de la nada, cuando parece que tienes toda la vida controlada.

 

Lo que diga la gente no puede hacerte daño pero lo hace de todos modos, porque te da pánico anticipar qué saldrá de sus bocas, te sudan las manos, te estremeces ante la expectación, quieres salir corriendo de allí, pero tus pies siguen anclados al suelo y lo peor de todo, es que te sigues topando en la vida con personajes como estos y entonces entro yo, como la invitada y protagonista de la obra, hola soy tu amiga la fobia.

 

Confieso que lo de los agujeros no me lo esperaba, yo estaba tranquila instalada y todo comenzó con ese correo, las manos agujereadas y no podías mirar, no podías soportar pero tampoco encontrabas el botón para escapar, pensaste que estabas loca, que a nadie más le podía pasar pero no, era yo, la fobia que pasé a saludar, tripofobia me suelen llamar, tus hombros se tensan, tus dientes rechinan, no puedes mirar es asquerosamente tortuoso, los escalofríos involuntarios se apoderan de tu cuerpo y es como si no tuvieras control del mismo, necesitas tiempo, respiración y calma para recuperarte de algo que parece tan efímero pero que yo, la fobia, me encargo de que te afecte en sobre manera.

 

Soy inclusiva, verás, no discrimino, ni color, ni sexo, ni edad, me instalo donde puedo y de mí existe una gran variedad, ¿Sabías que cada persona puede desarrollar una propia fobia? No necesito mucho, cualquier cosa me puede detonar y cuando llego no es tan fácil librarse de mi.

 

Cuando sabes que te observan, es todo un espectáculo, tus labios comienzan a temblar y no puedes mantener el contacto visual, ¿qué buscan?, ¿qué miran? La ansiedad me viene a acompañar y entre las dos te empezamos a atormentar, ¿quién ganará?. Esa es la batalla mental con la que siempre tienes que lidiar, la fobia social se hace presente y es la reina del lugar.

 

Me instalo en tu mente y hasta en tus sueños suelo aparecer, como una bruma que flota entre el bosque de tus pensamientos, me muevo con ligereza e invado cada rincón, me convierto en pesadillas en donde tus peores temores se vuelven realidad y no te permito descansar con propiedad.


 

Y en medio de todo este agotador malestar existe algo que tengo que aplaudir, no te rindes ante mí, continúas aquí, buscando la manera de seguir, de vencer, de luchar dentro de tu propia soledad. Y encuentras espacios, lugares y personas que te dan paz, te aferras a ellos tal cual salvavidas en medio del mar, has aprendido a saber cuándo y qué evitar, eliges tus batallas porque sabes cuándo puedes y cuándo no continuar.

 

Quizás no se trata de ganar o perder, cuando la lucha se convierte en un baile, en la que cada una saca sus pasos y la otra le responde en correspondencia, a veces nos movemos al mismo compás, otras no, lo que importa es que has aprendido a identificarme, a comprenderme y a sobrevivirme.

 

Pedir ayuda no está mal, pero te preocupa lo que van a pensar, porque para muchos fobia es sinónimo de enfermedad, ¿Por qué le tememos tanto a aquello de lo que no se suele hablar?, todo lo desconocido los aleja, los divide y los hace transitar el camino con miedo, tristeza y melancolía.

 

Todos navegan en el mar de la vida llenos de virtudes, de luces pero también de sombras, la luz y la oscuridad forman parte del todo que son los seres humanos, qué diferente sería el mundo si fueran capaces de acompañarse unos a otros, de ponerse en el lugar del otro y ver el paisaje desde la perspectiva de sus ojos, de sus vivencias y de las experiencias propias de cada uno, hasta yo que soy la fobia puedo ser capaz de comprender eso, porque cuando entienden lo que yo soy, me restan poder, no me extinguen, pero sí me quitan fuerza y encuentran el equilibrio necesario para seguir adelante con la frente en alto y sin desmayar.

 

Soy yo, la Fobia, nos vemos en una próxima oportunidad, ten por seguro, que así será.



Conocí a Elainy Ávila en junio del 2020 cuando llevé a cabo mi taller de escritura creativa Amplía tu vocabulario emocional, desde esa vez quedé enamorada de su forma de escribir.


Elainy ha hecho ya varios de mis talleres y en cada uno de ellos voy viendo su evolución como escritora y la percibo como una mujer que está dispuesta a sanar sus heridas.


En mis talleres de escritura creativa descubro a escritoras talentosas como Elainy que tal vez no se atreven a escribir públicamente, pero cuando son involucradas en proyectos de escritura como este, sienten más confianza en sí mismas y se atreven a escribir un relato tan maravilloso como el que ella nos entrega en esta oportunidad.


¿Alguna vez pensaste leer un artículo en primera persona de la fobia? Mi invitada ha logrado conectarnos con esta emoción de una manera diferente, y me parece increíble la forma cómo ella nos ubica frente a un concepto emocional que de seguro no teníamos muy claro, pero que ahora lo podemos ver de frente y no lo evadimos aunque siempre nos confronta.


Elainy es una mujer muy creativa y amante de las manualidades, también es asesora de lactancia certificada y una venezolana viviendo en México, ya puedes empezar a seguirla en su cuenta de Instagram.


Ahora cuéntanos tú en los comentarios cómo percibes a la emoción de la fobia.

2 comentarios:

  1. Brillante y hermosa!! Realmente nos lleva a reflexionar. Increíblemente también describe la fobia y lo que representa para las personas que la viven sin ser una experta en la salud mental, Elainy logro transportarnos al centro de la realidad... Una vez más certifico lo especial que es para conectar con las emociones más profundas a través de sus escritos. No dudo que aportará mucho,incluso para los que nos dedicamos al acompañamiento de la salud mental.☺️❤️👍 Excelente!!!

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  2. 😍😍😍excelente Ela, sigue cosechando éxitos y espero ver pronto más escritos ya sea en este u otros blog.

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