Mi nombre es libertad

 


Mi nombre es Libertad

Soy anhelada por muchos y alcanzada por pocos.

Estoy en el corazón de toda la humanidad, pero no todos lo saben. No son capaces de verme. Se la pasan buscándome en fiestas en la playa, deportes extremos, orgasmos de fuego y viajes de ilusión, pero sus brújulas están rotas, no se dan cuenta que el único camino para llegar a mi hogar es la introspección.

Estoy segura que tú también me has buscado afuera. Quizás me buscaste en sueños o en realidades inventadas. En trabajos esporádicos que te dejaban “tiempo libre”, en el llanto amargo después de una conversación, en caminatas desesperadas o en el pastel que dejaste en el refrigerador.

Tomaste rutas vacías. Allí no me encontrarás.

Algunos despilfarran un montón de dinero para verme y reconocerme en todo esplendor. Muchos han optado por grandes batallas y han dejado su vida por mí. Han luchado inalcanzablemente por rescatar a su pueblo de las opresiones y disfrutar de mi presencia… puede que haya servido en su momento, pero esas vías han quedado obsoletas.

Otros creen percibirme cuando obtienen éxito, cuando insultan a su jefe o al gritar deliberadamente por los pasillos de un centro comercial. Cuando deciden escaparse por la ventana o al salir de las rejas después de muchos años de encierro. Lamentablemente eso no es suficiente. Soy mucho más profunda que ese tipo de escenarios.

 

Mi nombre es Libertad

Poseo grandes detractores ¿Te gustaría saber cuáles son? El sometimiento es uno. Si te sometes a algo, te abandonas y me pierdes.

También existe la dependencia. Si dependes de alguien, permaneces en el sufrimiento y desaparezco como el humo del café recién servido.

La esclavitud también es mi opuesto. Si eres esclava de tus pensamientos, obsesiones y heridas de infancia vivirás una vida de manos atadas y yo me mantendré oculta en el baúl del desamor.

La posesión es la cuarta detractora. Si crees poseer algo, te ahogarás en el mar del autoengaño y me desvanezco en la brisa del olvido.

A pesar de la existencia permanente de mis enemigos, debo reconocer que no les guardo rencor. Tampoco me atemorizan ya que tengo grandes aliados.



Soy amiga de la contemplación y de una respiración profunda. De la paciencia, del respeto, de la creatividad y del entusiasmo por vivir. Me encuentras fácilmente en la sensualidad resplandeciente, en un cuerpo desnudo que explora sus rincones con placer y en ese beso que siempre quisiste tener. Soy amiga de los brazos abiertos, de las risas contagiosas y de aquellos ojos cerrados al oler voluntariamente la flor de un bello atardecer. Actos sencillos, fragmentos efímeros que te muestran de manera tangible mi existencia.

Gandhi, un alma bondadosa decía: “No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.” Y cuánta razón tenía. Yo existo… ¡claro que me puedes alcanzar!

 

Mi nombre es Libertad

No pertenezco a nadie, pero estoy en todo lo que contiene amor. Los que escriben versos a la luz de la luna me saludan y las que danzan livianas sin importar ropas, cuerpos, tiempo ni espacio me regalan una amable sonrisa. Los niños que juegan me invitan a sus mundos de fantasía y los que deciden dar un salto al vacío me cantan al oído una suave melodía de algodón. Toda alma feliz me invita a su casa, y yo con dicha me quedo.

Carezco de oscuridad, pero gracias a ella me podrás encontrar. El humano requiere conocer la prisión para saber de mí. Soy un estado del alma y como todos tenemos una, la libertad pertenece a todos.

El libre albedrío soy yo y todos los días me pregunto: ¿Por qué no me eligen? ¿Por qué esperan a vivir una situación de tormento, de descontrol emocional, una enfermedad o una situación extrema para apostar por mí?

Algunos paradigmas distópicos afirman que yo no existo. Señalan que el ser humano siempre se encuentra sujeto a algo o alguien. Amarrado por sus creencias y atrapado por sus miedos y prejuicios. Otros, en cambio, sostienen que soy una cualidad de la existencia humana, un valor, una virtud y que tengo diversos matices según la valoración de cada persona. Nuevamente, la existencia del libre albedrío hace que todo sea más confuso.

¿Tú que crees?

A pesar de la dualidad de apreciaciones, siempre estoy contigo. Soy parte de ti, solo necesitas sentir.



 

Mi nombre es Libertad

El amor, la voluntad, la capacidad de elegir, la valentía y la determinación son mis credenciales. Si estás dispuesta a vivirme, podrás expresarte sin miedos ni vacilaciones. Tendrás la posibilidad de expandir tus horizontes como nunca antes lo hiciste y podrás desarrollar tu potencial a niveles inesperados. Vivirás desde la autenticidad y ya no habrá vuelta atrás.

Enserio lo digo. Si hoy estás decidida a encontrarme serás completamente autónoma, empoderada y carente de apegos. Dejarás de estar atada a cadenas de historias, dolores y vidas pasadas. Descubrirás oportunidades de crecimiento tan increíbles que podrás inspirar a muchas y a muchos. Vivirás en plenitud siendo esencia pura, luz que se esparce a borbotones.

Podrás escoger y gozar de experiencias novedosas cada día. Serás consciente de que el desear, el querer y el soñar son puertas al mundo real. A lo que mereces. A la más pura manifestación de tu ser.

 

Mi nombre es Libertad

Habito en tu mundo físico, mental y emocional. En el mundo energético y espiritual también estoy.

No necesitas tener conocimientos elevados ni complejos para alcanzarme. La simpleza de la cotidianidad, el decir NO cuando deseas y la dulzura de estar presente sin expectativas son algunos los caminos para habitarme. El despojo, la fluidez y la voluntad de soltar también lo son.

¿Qué es lo que apasiona? ¿Qué te hace feliz? ¿Qué hace vibrar tu corazón? ¿En qué momentos pierdes la noción del tiempo? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? Es aquí, en medio de estas grandes preguntas donde me podrás encontrar.

¡Eres libre! Recuérdalo. Siempre lo eres y siempre lo has sido.


Conocí a Leslye Rivera a principios del 2018 cuando ella dejó un comentario en uno de mis vídeos de YouTube, a partir de ese comentario, iniciamos una amistad de blogueras donde hicimos colaboraciones mutuas. A finales de ese mismo año Leslye viajó hasta la ciudad donde vivo y ese día compartimos obsequios y la esperanza de hacer proyectos juntas.

Ella es la segunda invitada de mi podcast El club de las mujeres imperfectas donde hablamos sobre la sombra de la autoexigencia, pero también es la invitada del episodio 70 donde hablamos sobre la sombra de la angustia, además, esta es la tercera vez que Leslye participa en un proyecto de escritoras invitadas en mi blog.

Leslye y yo tenemos además una cuenta en conjunto en Instagram sobre madres escritoras, podría seguir contando lo que Leslye y yo hemos construido juntas, un curso de autoconocimiento, talleres de escritura creativa donde se desborda nuestra creatividad, amor común por la escritura y el arte, en fin, Les y yo hemos creado una hermosa amistad y me encanta que sea parte de mi blog esta y mil veces más.

La libertad es la protagonista esta vez y Leslye se desborda cuando nos habla sobre ella, si tenías dudas en qué consiste el ser libre y esa sensación maravillosa de serlo, en este post te podrás deleitar con cada párrafo.

Leslye es psicóloga educacional y una amante del arte, es la fundadora de Creomás un espacio donde podrás conseguir arte, creatividad y conocimiento interior, en su blog Leslye me hizo una linda entrevista que puedes leer aquí.

Comienza a seguir a Leslye en su cuenta de Instagram y no te pierdas de lo que ambas tenemos preparado para ti.

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