Carta a Venecia




Querido Papá,

Ya no estás conmigo físicamente pero por supuesto vives en mi corazón.

Estaba viendo unas fotos antiguas de mis viajes y quise escribirte esta carta para contarte algunas cosas que te perdiste en estos años.

Creo que sabes que Venecia fue una ciudad sumamente especial para mí. En su momento, fuiste testigo de mi emoción al descubrir ese lugar mágico, donde el agua de la laguna tiene un color verde esmeralda, donde no hay calles sino canales, donde el arte se respira…

¿Recuerdas ese julio de 1997? La situación no podía ser más ideal. Además de ese lugar mágico, estaba acompañada de mis seres más queridos: vos, mamá, mi hermana querida y mi pareja.


¡Qué bien lo pasamos! Visitas a iglesias, museos, paseos en góndola, charlas y risas compartidas.

Ese fue el nacimiento de mi pasión por los viajes y del amor por el arte, la historia y la cultura. De tu mano, por supuesto.

Sentía magia en el aire, el verano quemaba mi piel pero nada importaba. El color de los canales, la música de las orquestas de los cafés, el mundo entero ante mis ojos en los millones de viajeros que compartían conmigo esa primera experiencia.

Lo que a lo mejor no sabes es que Venecia marcó mi vida significativamente. A tal punto que se podría decir que ahí nací, morí y resucité.

Unos años más tarde volví, y ya no estabas…

El verde de los canales no parecía de un verde esmeralda, las obras de arte no eran tan impresionantes y el almuerzo en la Piazza San Marco fue desgarrador.

Era tal mi tristeza que se la achacaba a esa ciudad que había sido mi preferida entre todas. Recuerdo particularmente estar almorzando en uno de los magníficos cafés de la Piazza. Un  manjar servido literalmente en una bandeja de plata con un camarero con guantes blancos y no poder dejar de sufrir.

Los violines tocando piezas de Piazzolla fueron el punto culminante y lo que era un nudo en mi garanta terminó en sollozos ahogados.

En ese momento, por fin reconocí que no sólo era tu ausencia lo que provocaba mi dolor, sino la gran infelicidad que estaba viviendo. Mi pareja no funcionaba desde hacía tiempo,  vos mismo fuiste testigo de nuestros múltiples y variados desencuentros a lo largo de nuestra relación.

Quién sabe, a lo mejor con ese viaje intentábamos que Venecia operara como algún adherente mágico para pegar los restos de una pareja deshecha.

Pero como te contaba, ahí en el medio de ese ambiente que tendría que ser el más maravilloso del mundo, me desesperé pensando que nunca más iba a ser capaz de disfrutar no sólo de Venecia, sino de viajar en general.

Hasta que no resolviera mi vida, ya no iba a ser capaz de disfrutar de mi vida… Y me sentí morir.

No sé si fue esa situación en particular, la ayuda de mis seres queridos o mi terapeuta. Seguramente todos ellos conjuntamente lograron que tomara por fin la decisión tan largamente postergada.

Decidí dejar de sufrir. Terminé con mi pareja en muy buenos términos y empecé a sanar interiormente. Nuevamente disfruté con el azul del cielo, algo que me pone tan feliz porque como sabes amo los días donde brilla el sol. Y algo muy importante para mí: te empecé a recordar con alegría.

Y un día conocí a Diego, cómo me hubiera gustado presentártelo y que vieras lo feliz que me hace. Tenemos los mismos gustos, somos apasionados de la historia, la cultura y ¡sobre todo los viajes!

Me quiere, consiente y respeta como vos lo hacías con mamá.

Hace un par de años, apareció con un regalo inesperado para Navidad. Pasajes para ir a vivir el Carnaval en Venecia. ¡Qué nervios! Era un papel impreso en computadora con una imagen de una góndola que decía: Vale por un pasaje a Venecia – Febrero 2017.

Creo que mi cara debe haber reflejado una mezcla de emoción y algo de angustia por la sorpresa.

Es cierto que ya habíamos viajado a otros lugares y realmente lo habíamos pasado muy bien, ¿pero Venecia? Era una apuesta fuerte y sin escalas.

Me conoces, por supuesto que no iba a dejar pasar semejante oportunidad. 

Siempre había querido disfrutar del Carnaval en Venecia. Y en el peor de los casos, podía apelar a la máscara.

Si antes había sido usada por los venecianos para transformarse en seres anónimos y así divertirse sin límites, bien podía usarla yo para ocultar mis sentimientos.

Ay Papá, ¡no hizo falta para nada! Bueno, sí la usé pero para divertirme. Y te aseguro que se podía ver mi sonrisa aún con la máscara puesta.

Venecia brilló, los canales eran color verde esmeralda, las orquestas tocaban las melodías más lindas que se pueden oír en ese teatro abierto que es el más espectacular del mundo.

Y te recordé por supuesto, pero con tanta alegría y cariño. Y ¿sabes? en cierta manera me despedí y te dije hasta pronto. Porque a partir de ahora empecé otra vida. Feliz y en pareja. Independiente y autosuficiente.

Creo que te hubiera gustado mucho también ver mi renacer veneciano…

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Conocí a Florencia en su blog Tramando Viajes, ya no recuerdo cuál fue el primer post que leí de ella, solo puedo decir que leer sus posts y ver sus fotos es todo un deleite, ya que mi invitada nos muestra un turismo de lujo o como ella dice “viaje con estilo” que jamás he visto en otro blog.

Florencia le escribe una carta a su padre que de alguna forma personifica a Venecia, una ciudad que, como bien ella lo describió, la vio nacer, morir y renacer.

Mi invitada es una amante de los viajes, en su blog nos cuenta que ha ido más de quince veces a Europa, su lugar favorito en el mundo, junto a su esposo Diego recorren cada rincón y nos traen fotos espectaculares con las que nos invita a viajar pero a partir de la cultura y la historia de cada lugar.

Y por supuesto que Venecia es un lugar imperdible de Europa para visitar, y que bien que haya significado tanto para ella porque así nos lo trae en esta magnífica carta.

Según ella es una viajera incorregible por elección, y yo me alegro de que así sea porque en su blog puedes encontrar de todo, desde cultura, los mejores hoteles y restaurantes, dónde hospedarte y aquellos sitios culturales que nadie muestra en blogs de viajes.

Si no te quieres perder nada de lo que publique Florencia, pues comienza a seguirla en Facebook, Instagram y Twitter.

3 comentarios:

  1. ¡Hola Eliana!
    Muchas gracias por invitarme a tu espacio. Realmente lo disfruté muchísimo y escribir es taaan sanador.
    Compartir experiencias, lindas, tristes, alegres, no importa cuáles sean es algo maravilloso.
    Por eso, una vez más gracias por esta invitación y también por tus palabras tan generosas para con mi proyecto.
    Un abrazo

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  2. Hola guapa, pues no conocia a Florencia ni su blog, pero voy ya mismo a ver sus publicaciones, nunca he estado en Venecia y te dire mas, nunca me habia llamado la atencion hasta leer esta entrada, pero desde ya va a mis viajes pendientes! besos

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