Cuando Lédif Torres me invitó a participar en un evento virtual titulado TEDx Sandy Springs Women 2020, me quedé atónita.😳
¿¿¿QUÉ??? ¿Yo, teniendo una charla TEDx?⠀⠀
Dije que SÍ de inmediato sin temor.⠀
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La especificación de Lédif fue: "Habla de lo que te apasione".
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Allí se complicó la cosa, porque si de pasión se trata, tengo muchas preferencias, por lo que duré un par de días tomando la decisión de mi tema.⠀
Quería hablar sobre las emociones, las sombras, la escritura, cómo sanar heridas a través de la escritura, y pare usted de contar.⠀
En un siguiente correo, Lédif nos invitó a hacernos una pregunta esencial "¿Qué quiero?" La verdad es que desde hace algún tiempo existe en mí la convicción de que las mujeres salvaremos el mundo, y entre tanta indecisión me dije a mi misma: ¡Habla sobre esto!⠀
Comencé a investigar sobre el tema, verificar en otras charlas TED si ya se había abordado esta temática, pero ocurre que cuando fui a buscar para escribir mi discurso, me tropecé con todo tipo de información donde se hablaba de lo contrario, entonces me dije: ¡Es hora de que alguien tome la iniciativa!⠀
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Así fue como escribí lo que posteriormente sería mi #TedTalk y tuve unos 10 días para practicarla hasta que por fin una noche Lédif me recibe al otro lado de la cámara con un resfriado terrible pero con todas las ganas de seguir adelante y grabé lo que hoy se titula "Las mujeres salvaremos el mundo".
A continuación les comparto el discurso que estructuré para la charla y, aunque no lo dije tal cual como lo escribí, este fue el mensaje primario que surgió de mi y que luego se convirtió en palabras habladas.
Las mujeres salvaremos el mundo ¿no lo sabías? Sí, las mujeres salvaremos el mundo. Ya lo dijo el Dalai Lama en una conferencia en Vancouver Canadá donde afirmó que las mujeres occidentales salvarán el mundo. Vaya, qué responsabilidad tan grande ¿no? Pero al mismo tiempo que valentía.
Yo vivo convencida de que las mujeres sí salvaremos el mundo, ¿y sabes por qué? Porque hoy más que nunca el poder femenino se está reivindicando, esto quiere decir que estamos honrando a las mujeres que nos anteceden, pero también estamos dejando el limpio el camino para que aquellas que nos suceden, transiten por él sin tantas creencias limitantes.
Esta es una grandiosa época para ser mujer, creo que nadie ha dicho esto antes, pero es una fortuna y un privilegio estar vivas en este siglo XXI, y aunque todavía nos quede mucho camino por recorrer y aún haya muchas secuelas del patriarcado y su machismo retrógrado, el valor que tiene el género femenino en la sociedad actual es sin duda uno de los más altos en toda la historia de la humanidad.
Incluso la ONU declaró al siglo XXI como el siglo de la mujer, y esta organización tiene como objetivo para el 2030 alcanzar la igualdad de género, esto quiere decir que en tan solo una década ¿la mujer tendrá la misma educación, remuneración, oportunidades y posibilidades que los hombres?
Y mientras la ONU trabaja en empoderar a niñas y mujeres a través de la educación y programas de trabajo ¿Qué deberíamos estar haciendo nosotras las que tenemos una carrera profesional e ingresos mensuales?
No deberíamos ver esto de salvar al mundo como una meta imposible de alcanzar ni algo que amerite grandes hazañas tal cual como una heroína con capa que atraviesa los cielos, no, salvar al mundo comienza por ti y a partir de ti, de tu pequeño rebaño, o tu comunidad, o empresa, o fundación, o institución, lo que sea que estés haciendo justo en este momento es tu pequeño aporte para salvar el mundo, pero eso sí, no vayas a ninguna parte si primero no haces estas 3 cosas que hoy te vengo a compartir.
1. Las mujeres salvaremos el mundo si tenemos la certeza de que así será.
Primero que nada, levántate del sillón de la víctima, quítate el traje de la culpa y sal de la habitación del pasado, sube tu umbral de merecimiento y comienza a creer en tu propio valor, deja atrás la sumisión y el sentimiento de insuficiencia que nos ha venido acompañando por siglos.
Esta es una época distinta para ser mujer, el pasado ya no está de moda, hoy en día se habla de mujeres empoderadas, empresarias, autónomas, independientes, mujeres en altos mandos de poder como presidentas de países, tomando decisiones importantes en el ámbito económico y de innovación, mujeres saliendo de los linderos planetarios y viajando al espacio espacio, mujeres siendo referentes de otras mujeres y construyendo cada día la mejor versión de sí mismas ¿acaso no es el mejor siglo para estar viva? Solo tienes que creértelo y saber que eso que estás haciendo contribuye para la salvación del mundo.
2. Las mujeres salvaremos el mundo si dejamos de competir las unas con las otras.
Ya basta de las comparaciones y la búsqueda de aprobación, ya basta de pisarnos el vestido y de criticarnos y humillarnos y señalarnos por lo mal que pudimos haberlo hecho en un determinado momento de nuestras vidas. Salvar al mundo es algo que haremos en plural, con tendencia a la equidad, esto quiere decir que todas estamos poniendo de nuestra parte y no significa que unas lo están haciendo mejor que otras, todas lo estamos haciendo lo mejor que podemos con el conocimiento que tenemos.
El apoyo femenino viene desde lo femenino, si estás en una reunión donde prevalezca la opinión de lo masculino y una mujer toma el mando de la conversación para opinar, solo apoya su idea, por más descabellada que te parezca, apoyo su idea, los hombres no se pisan el ruedo del pantalón entre ellos, entonces dejemos las mujeres de pisarle la falda a la otra, si una sobresale, tengan por seguro que todas lo haremos.
Conviértete en esa mujer que inspira y conspira con otras mujeres para salvar al mundo, sé un modelo a seguir para otras, recuerda que todas vamos a paso de cebra, eso quiere decir que habrán unas por delante y otras por detrás de ti, pero todas nos dirigimos hacia el mismo destino, salvar al mundo necesita estrategias de trabajo en equipo y tus ideas son geniales cuando se complementan con las ideas de otras mujeres.
3. Las mujeres salvaremos el mundo si reconocemos que estamos heridas y tenemos sombras.
Bienvenida la vulnerabilidad y la fortaleza que ella nos regala, dejemos de aspirar a ser perfectas, a vivir de apariencias. Nuestra herida es nuestra misión de vida, pero tenemos que aprender a reconocerla y verbalizarla, a decirla en voz alta, para que deje de tener peso y protagonismo en nuestras decisiones cotidianas y a largo plazo. La mujer que se reconoce herida y con sombras es una mujer que va de regreso hacia su casa interna, hacia el autoconocimiento, hacia su desarrollo personal, que sana su linaje materno, que reivindica a las mujeres de su vida.
Las mujeres que salvaremos al mundo estamos heridas, y está bien, no hay ninguna que esté exenta de esto, todas estamos rotas, fragmentadas, recomponiendo los pedazos internos, y si no reconoces tu herida ella se convierte en sombra, porque la apartas, la reprimes, la dejas de lado, entonces comienzas a actuar a partir de tu niña interior herida sin empoderar a la adulta que vive en ti, y la sombra tendrá un gran protagonismo, ¿cómo? siendo insegura, perfeccionista, controladora, autoexigente, con altos niveles de frustración, egoísta, ansiosa, sumisa, evasiva, intransigente, todos estos son tus lados oscuros, los cuales son tan importantes como tus partes lumínicas, solo esperan de ti reconocimiento, aceptación e integración.
Al reconocerte como una mujer herida podrás darte cuenta lo herido que se encuentra el mundo y allí sabrás por dónde comenzar para contribuir con tu herida a sanar las heridas de los demás.
¿Te gustó mi discurso?
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