Cartas para mi niña interior (Post colaborativo)

 


Durante los primeros días del mes de noviembre  llevé a cabo mi tercer taller de escritura creativa gratuito, en donde me doy la oportunidad de convocar a decenas de mujeres y leer lo que escriben, para luego seleccionar a algunas de ellas e invitarlas a que sean parte de mis proyectos, ya sea como escritoras de mi blog o invitadas de mi podcast.

Este taller llevó por título Cartas para mi niña interior, y por 5 días estuvimos explorando 5 heridas de la infancia y escribiendo cartas a partir de ellas.

De los tres talleres que hice durante el 2020 este fue sin duda el más largo, porque a pesar de que fueron 5 días exhaustivos escribiendo durante la primera semana de noviembre, nos estuvimos preparando con dos meses de antelación para poder llevar a cabo la escritura de estas cartas.

Empezamos desde septiembre, no solo explorando a profundidad las 5 heridas de la infancia compartiendo valiosa información, sino también haciendo lives para poder explicar de manera compasiva y comprensiva estas 5 heridas y poder aplicarlas a nuestras vidas.

A la par de esto, las participantes del taller iban presentando a sus niñas y nos contaban quienes fueron y compartieron además sus fotos de pequeñas y parte de lo que fue su infancia.

Luego en octubre nos fuimos con Ana María Deik a conectar con nuestra niña interior a partir de 4 máster class que esta maravillosa mujer le regaló al taller, también tuvimos con Anita encuentros por zoom donde a través de meditaciones y significativos encuentros pudimos dar con nuestra niña interior.

Nos estuvimos preparando durante dos meses hasta que por fin llegó noviembre y aquí nos desbordamos, algunas cartas hasta me hicieron llorar y fue muy difícil para mi escoger a las 5 ganadoras, pero aquí las traigo para que lean las cartas más preciosas que tal vez nunca antes han leído.

Cada carta estuvo dedicada a una niña de una edad diferente y desde una herida distinta, así que a continuación les dejo mis 5 escritoras seleccionadas y lo que cada una escribió desde estas heridas.

 


Nicol Baeza
Carta a mi niña interior desde la herida del rechazo 
de 0 a 3 años


Querida Nico, bueno aún ni siquiera tienes un nombre. Hoy mamá supo que estaba embarazada y entró en un miedo terrible, no sabía qué hacer. ¿Que haría con otra bebe si su hija recién tenía apenas un año? ¿Qué haría con otro bebé si estaba sola? Bueno con su madre, tu weli que tanto te ama, ¿qué harían con otro bebé y sin dinero?


El paisaje no se veía nada de bueno, además hay que sumarle a eso que la relación con papá fue fugaz, solo una noche y nada más. Mamá no tenía ni sentía ninguna seguridad, todo era muy oscuro para ella, por esto su solución era abortarte, una vez más la falta de dinero fue un problema, como papá no tenía la certeza de ser el padre no quizo hacerse cargo de gastos económicos ni de nada, solo se hizo a un lado.

 

Me puedo imaginar el dolor de mamá al sentirse sola, perdida, sin saber que hacer.

 

El tiempo fue pasando, la guatita creciendo, hasta que naciste, pasaste tu primer año rodeada de mujeres que te aman con todo su ser, riendo, llorando, jugando. Hasta que cerca de los dos años, o eso creo, conociste a papá, aquel que con solo mirarte a los ojos, supo enseguida que eras su hija y que mamá no mentía. Hoy como la mujer adulta que soy vengo con todo mi amor a tomarte de la mano, abrazarte con fuerza y contarte algo hermoso que he prendido en este último tiempo.

 

MAMÁ TE AMO, MAMÁ TE AMA MUCHO. Aveces las personas arrastramos miedos y carencias a lo largo de nuestras vidas y muchas veces actuamos desde ahí, mamá tuvo una infancia cruda muchísimo más que la nuestra, estaba asustada, se sentía sola y sin saber que pasaría, lo mas probable es que se sentía rechazada ella también.

 

Pero ella te amaba y te ama con todo su ser. Ella hizo lo que pudo con las herramientas que tenía en ese momento, siempre te complacía junto a la weli y a la Fran, las regaloneaban mucho. A pesar de todas las falencias que habían, siempre estaban ellas para acompañarte y celebrarte tus primeros pasos, tus primeras palabras, tus primeras comidas, eso es amor.

 

La herida del rechazo está presente en nosotras, tú de bebé y yo de adulta. Hoy te abrazo, te contengo, te cuento lo hermosa que eres con esos tremendos ojos que irradian luz y amor.

 

Hoy te cuento que eres muy amada y afortunada, aceptada y muy muy valiosa para la familia y tus seres queridos. Hoy ya no estás más sola ya nunca más te sentirás sola y rechazada yo estoy aquí contigo, nunca más te dejaré, hoy seré yo la adulta responsable, estarás bajo mis cuidados, yo le prestare atencióna tus necesidades y las comenzaremos a cubrir.

 

Siempre te cuidaré y juntas con ese gran amor que tenemos para dar sanaremos y seguiremos por este camino tan lindo que es la vida.

 

Con cariño,

Nicol

 


Yatsenia Itriago

Carta a mi niña interior desde la herida del abandono 

de 3 a 6 años

 

Mi amada niña Yatse.

 

Me alegra encontrarte esta vez un poquito más grande, estoy orgullosa de ti, de cómo aprendes tan rápido todo lo que te gusta y la espontaneidad que te caracteriza y que te abrirá tantas puertas a lo largo de tu vida.

 

Esta carta es para explicarte, (porque ahora eres una nena más grande y entiendes mejor) algunas cosas que no comprendías hasta hoy y que de alguna manera te marcaron, que te hicieron llorar y sentir miedo y nunca le contaste a nadie, porque siempre guardas tus temores y lloras antes de quedarte dormida, eso ya no pasará porque yo te acompaño y te escucho y ya no tendrás que llorar solita, porque yo te abrazaré hasta que pase lo malo.

 

Hoy quiero hablarte de un hombre muy especial, que amamos profundamente, lo amas tú con tu corazón de niña y lo amo yo con mi corazón de mujer adulta te hablo de nuestro papá, ese hombre que se ausenta toda la semana y regresa los viernes en la noche y nos trae pan dulce y luego se marcha nuevamente el lunes en la mañana, ya sabes que pocas veces dice palabras bonitas o juega contigo, lo que sucede es que él no sabe hacerlo, creció solito, no tuvo a su mami con él y el abuelo trabajaba mucho y lo dejó al cuidado de terceros, por esa razón el demuestra que te ama a ti a todos tus hermanos trabajando muy duro para que no les falte nada, no se da cuenta que lo que más necesitamos es que nos muestre su cariño, con besos y mimos, con juegos, historias y canciones, sé que con seis años puedes entender esto y te ayudará ahora a ver desde la compasión y el amor a ese ser que tanto hizo por su familia.

 

¿Sabías lo orgulloso que estaba de ti? te presumía con sus amigos, decía mi niña ya sabe leer y aun no tiene cinco años, ese fue uno de los tantos motivos que le diste para sentir el pecho lleno de orgullo y felicidad.

 

Nunca quiso hacerte sentir abandonada, o poco amada, al contrario, cuando dormías y él llegaba tarde se quedaba viéndote a ti a tus hermanos por largo rato, después nos hacia la señal de la Cruz mientras nos bendecía.

 

Te quiero contar que ahora él está en el cielo y desde allá te cuida, a veces viene en sueños y puedo tocar sus manos y pedirle la bendición como siempre lo hicimos, hasta su último suspiro, de modo que si hoy lo extrañas, abrázame y pensemos juntitas en él, recordemos lo talentoso que era en su oficio, lo apreciado que fue en su entorno y en lo incansable y trabajador que fue toda su vida.

 

No llores más, aquí estoy contigo, y ahora sabes lo mucho que te quiere, no lo olvides nunca, te prometo que el tiempo pasará y te darás cuenta por ti misma de esto que hoy te digo y sonreirás y pensarás como yo pienso hoy lo afortunada que fuimos de tenerlo.

 

Bueno Yatse querida, debo terminar esta carta, pero eso no quiere decir que debo irme, vamos a seguir pensando en él, en los recuerdos bonitos que nos dejó que son muchos, como cuando nos quedamos todos a su cargo y nos hizo pasta con atún, y luego nos permitió sacar los colchones y dormir como en un campamento, en las navidades su mes favorito del año y ahora el nuestro y de nuestros hijos, en los fines de semana viendo pelis a su lado, o en las comidas donde nos hacía reír con pocas palabras… ¿ves que ahora nuestras lágrimas son de felicidad y ternura? ¿verdad que se siente muy bonito pensarlo así?

 

Quédate aquí conmigo y juntemos nuestros corazones mientras vemos al cielo de decimos con voz muy bajita “te amo papá” y enviemos un beso para que el aire lo lleve hasta donde está, ahora mismo nos escucha, sonríe y nos da su bendición como siempre lo hizo.

 

Te ama con la vida entera, tu yo adulta.

Yatsenia

 


Odette Piloso

Carta a mi niña interior desde la herida de la humillación 

de 6 a 9 años

 

Mi niña, eras muy feliz desde siempre y ha sido tu naturaleza volar a lugares que te llamen la atención por su esplendor y atractivo.

 

Revoloteando como mariposa andabas explorando de flor en flor, cuando un llamado de atención recibiste de tu hermana Anne Marie:


- Es que no te quedas quieta! Que tengo que cuidarte! Así dijo papi.

 

BiBi escucha quieta lo que le dice su hermana se lo piensa y concluye, que poco le importaba el dicho de su hermana. Pero ella se lo hizo saber a papi al llegar de su viaje de trabajo. Papi se acercó a BiBi y le dijo:


- Usted hágale caso a su hermana, le dijo. Ella debe traerla a casa porque si usted no llega y se pierde yo voy a llorar muuuchooo. A partir de esto BiBi ya no fue reprendida por mami y por su hermana, aunque eso de quedarse quieta a BiBi le aburría.

 

Y así fue que, mi niña, unió hacer caso con obedecer/complacer y estar en familia. Luego al ser separada BiBi de su familia pensaba era culpa suya, por no haber hecho caso, por eso estaba fuera de sus amados. Dolor, vergüenza y culpa la acompañaron por largo tiempo. Y este es el motivo mi amor, por el que te escribo.

 

Ya debes tener entre 8 y 9 años, y aunque tu sonrisa ha vuelto, pronto se vio empañada, por algo que no pensaste te pudiera pasar a ti, pues era un papel dado a tu hermana mayor Anne Marie.

 

El susto de la ausencia de la familia te llevó a escalar en promesas que te expliqué en la carta anterior que no tenía razón de ser, pues tus amados estarían siempre contigo. Hoy veo que la vida cotidiana te invadió y al llegar tu última hermanita, Sabina se te encargó que la cuidaras, luego de la escuela claro está.

 

Te enfrentabas a la infranqueable competencia con tu hermano varón y medio que manejaba esto, se te encarga cuidar por alguna horas, a tu hermanita menor: Lavar su biberón, algunos pañales, hacerla pasear, prepararle el biberón, sacarle los gases, uf! pronto te casaste pero, la presión de mami era tal, que no te quedaba otra que acudir en su auxilio.

 

Mi amor los gritos y exigencias fueron demasiado para ti. La renuncia a tus brincos y exploraciones fue un alto precio.

 

Esa responsabilidad, aunque por corto tiempo, minaba tu energía, quedabas exhausta y nadie te lo reconocía.

 

Por otro lado, un día mamá recoge la libreta para efectos de matricularte en el nuevo grado y fue fatal para ella enterarse en ese momento por los profesores de la escuela, que bajaste de muy buenas y excelentes calificaciones a un nivel regular y casi bueno. Lo que sucedió mi amor fue que ella estaba centrada entre las costuras, la casa y la crianza de la nena chiquita.

 

¿No recuerdas sus reproches? Ni yo mi amor, pero su malestar lo hizo notar con los coscorrones que te dio en la cabeza y los jalones de brazo. El dolor de tu cabecita y brazo te pasaron, pero la vergüenza de no ser ya tan inteligente como antes, nunca se te pudo olvidar.

 

Descuida mi amor, era su enojo actuando. Yo te aseguro que en el futuro ni se acuerda de tus bajas calificaciones de aquel entonces.

 

Nunca te diste cuenta hasta hoy que te pusiste los zapatos de tu hermana mayor, sin los privilegios de mando o autoridad. Puedes la presión a la que fue sometida. Lo comprendes. Y la ves con compasión, porque ella asimiló un perfeccionismo y un don para las múltiples tareas impresionante. Pero tú, ya sabes cuánto aprietan esos zapatos.

 

Preciosa, ¿ahora comprendes que los padres cometen errores al apoyarse en sus hijos para aliviar la presión de la crianza? BiBi, por tu parte perdónalos.

 

Vida, tú me enseñas algunas cosas que quiero mostrarte:

- Se exhibe una BiBi totalmente entregada a la familia

- Se deja ver una BiBi capaz de obedecer hasta herirse, con tal de ver a su madre contenta.

- Se percibe una BiBi llena de amor y al pie del cañón…

 

Pero BiBi se perdió. Si mi amor. Te perdiste entre la obediencia, el amor a la familia y las exigencias de cada día. Por eso mi bella estoy aquí, para decirte que es tiempo de:


BRILLAR, CORRER, SALTAR, JUGAR, AMARSE, CUIDARSE, REÍR, EXPLORAR, APRENDER, RESPIRARSE.

 

¿Cómo lo vas hacer? Soltando la frustración. Mi niña, lo hiciste lo mejor que una niña puede hacerlo. Deja ir la presión.

 

¿Olvidaste las instrucciones de mami? Lógico mi amor. Los niños olvidan. Es normal. Deja ya de culparte y de castigarte, recreando momentos donde lo das TODO por deber, por amor, porque el ser amado lo pide, frente a lo cual, el único resultado es perderte, salir frustrada, con vacío y humillada.

 

Sólo tiene un deber mi amor: Jugar, reír, amar, volar, brillar, aprender, explorar. Cuida siempre de hacerlo.


ELLOS NO SE MUDAN. ELLOS NO SE CAMBIAN.

 

Solo basta amarlos, acompañarlos, reír juntos, jugar juntos, hacer el quehacer juntos…

 

Recobra tu sonrisa deja, ya deja tu ceño fruncido, tus manos hecha puño, respira profundo y constante, y al dormir sueña que todo es solo un juego donde sigues explorando, jugando y aprendiendo.

 

Te amo siempre

Odette

 


Daniela Carrasco

Carta a mi niña interior desde la herida de la traición 

de 9 a 12 años

 

Hermosa, valiente y dulce muñeca, creo que está carta es de las más difíciles, tanto que a penas empece a escribir se me llenaron los ojos de lagrimas.

 

Cada día hemos hablado más, tratando de sanar nuestras heridas y dejar cualquier dolor de lado, pero la herida de hoy duele y creo que me duele aún más por todo lo que estás por pasar muñeca, con el paso de los años vas a enterarte de tantas cosas, vas a sufrir un verdadero terremoto en tu vida, en tu corazón, pero mi niña hemos salido bien después de todo, no nos volvimos locas, ni terminamos odiando a nadie, con el tiempo comprendimos que todo lo que pasamos en esta vida nos hizo tan valientes, nos hizo el ser único que vive y disfruta el día a día, como si fuera el último.

 

Eres tan inteligente, sola empezarás a descubrir una verdad que te marca, sola empezaste a buscar papeles, documentos, a escuchar historias, a preguntar (siempre de manera muy inteligente), sola llegaste a la verdad. Si muñeca, ese hombre por el cual no podías sentir amor profundo, no era nuestro verdadero papá y se que aunque lo descubras en esta etapa vas a callarlo por muchos años, vas a guardar el secreto sin que nadie sepa.

 

Sé que la traición que sientes es inmensa, sé que vas a sentir que tu corazón se rompe, ya que todos los que tanto amas te mintieron, te fallaron, te traicionaron. Pero muñeca bella no todo el mundo es así, no toda la gente traiciona, con el tiempo aprenderás qué hay gente en la cual si podremos confiar, aprenderemos a crear lazo de confianza.

 

Quiero que sepas que no estás sola en tu pieza llorando, yo estoy ahí, yo te acompaño, te apoyo, te abrazo. Se mi niña que tuviste que madurar de golpe, que la vida te obligó a abrir los ojos de un día para otro, y sé cuanto te dolió callar todo por tantos años, pero ya no estás sola, yo estoy en cada paso que das.

 

Sé que todo esto nos hizo ser desconfiada muñeca, nos volvimos tan introvertidas, pero ya tu secreto no es solo tuyo, también es mío, y te prometo que más adelante nos armaremos de valor y comenzaremos a pensar en nosotras y vamos a decir toda la verdad que tanto nos duele y tanto nos abruma.

 

Van a ser años difíciles, pero cuando todo el terremoto pase empezaremos a hablar sin parar, y contaremos nuestra verdad sin que nadie nos haga callarla, sin que nadie nos vuelva a impedir decir lo que pensamos y sobretodo lo que sentimos. Una gran lección aprendimos con todo esto, a ser muy honestas, más aún con nuestras hijas, no hay mentiras en nuestro hogar, eso está prohibido.

 

Mi gran muñeca: eres maravillosa, eres dulce, eres importante y muy inteligente. Nunca olvides lo valiosa que eres, nunca te olvides de jugar, de reír y vivir plenamente.

 

Te amo mucho

Daniela

 


Anaís Rivera

Carta a mi niña interior desde la herida de la injusticia 

de 12 a 14 años

 

Mi querida niña, la nutrición emocional que mamá pudo darte fue una a base de frialdad, dureza y desapego. Pocos son los recuerdos que llegan a tu memoria de una madre expresando amor a través de un te quiero, una caricia, un abrazo que te hiciera sentir importante y valiosa.

 

Según te ibas desarrollando tus carencias afectivas se hacían cada vez más y más inmensas. Inmensa también era la distancia que se abría entre tú y ella. Y es que, nunca fertilizaron la tierra de su relación con el abono de la confianza y la comunicación. Por el contrario, el silencio se instaló entre ustedes y no lograban entenderse. A pesar de ello tu no perdías la esperanza de lograr que las cosas entre ustedes cambiaran y la relación se tornara en una más cercana, afectuosa.

 

Tu madre era una persona enfermiza y tuviste que asumir las responsabilidades que a ella le correspondían como adulta a pesar de que eras la menor. En tu fantasía de querer ser aceptada a toda costa viste en el tener que hacerte cargo de asuntos de adultos la oportunidad perfecta para lograr ser reconocida por ella.

 

Muy en el fondo sabías que esa realidad era muy injusta. Rechazabas en tus adentros el tener que estar limpiando y cocinando. Querías hacer valer tu derecho a ser una adolescente alocada, alegre, libre, que disfruta de la vida y poder darte el lujo de holgazanear de vez en cuando. ¡Mi niña! desterré tu espontaneidad y te puse el disfraz de la “madurez” a la fuerza.

 

En aquella época siempre estabas tan dispuesta, complaciente e intentando alcanzar la perfección que tu madre demandaba de ti. Té evaluaba como adulta y no tomaba en cuenta que estabas en proceso de crecimiento y desarrollo. Más que lograr su visto bueno encontrabas críticas. Más y más exigencias, severidad y autoritarismo. Te sentías insuficiente.

 

Cambiaste en tus adentros. Te tornaste en una persona rígida y te exigías mucho a ti misma y querías alcanzar esa misma perfección que ella te exigía en la escuela y en todo lo que emprendías. ¡Eras injusta contigo misma y muy dura! No te permitías sentir, equivocarte. No lograbas disfrutar de la vida y de esa etapa tan bonita. Donde quiera que veías injusticia a tu alrededor te lo tomabas muy personal y en tu interior bullía un malestar que lo expresabas con enojo.

 

Lo sé, sé que en ocasiones sientes por tu mami mucha rabia y rencor. Pero si eres justa y vuelves a echarle una mirada a su historia de vida te darás cuenta de que ella una vez más repitió contigo lo que ella vivió. Tu abuela la sacó de la escuela cuando ella cursaba sexto grado para que cuidara a tu bisabuela que tenía cáncer en el colon y hiciera los quehaceres de la casa mientras su madre iba a trabajar. ¿Ahora lo ves claro? Tal vez entiendas porque tu mami repetía tanto la frase de Frida Kahlo,” hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados”. Sin duda ella sentía que la vida había sido bien injusta y sin duda lo fue.

 

¡Ay mi niña! Qué mucho me ha costado hacerme consciente de esta herida y comenzar a tomar acciones que me lleven por un camino distinto al de mi madre y mis ancestras. El gran paso y lo que más me ha costado es el permitirme ser vulnerable. Sentirlo todo y luego dejarlo ir.

 

También estoy aprendiendo a ser mas flexible en la forma que me relaciono conmigo misma, los demás y la vida. Trato de bajarle intensidad a la exigencia y autoexigencia.

 

De otra parte, querida mía, te devuelvo tu espontaneidad y me entrego a tu magia. Quiero conectar contigo a profundidad. Volver a jugar, disfrutar, bailar, cantar, pintar, gritar, asombrarme ante las cosas insignificantes de la vida, sentir gozo en mi alma.

 

Además, también busco respetar y hacer valer mis necesidades. Ya no hago porque debo sino porque quiero. Y si algo quiero en estos momentos de mi vida es ser libre antes que perfecta. ¡Es lo justo! ¿No lo crees?

 

¡Te amo mi niña!

Anaís

 


Felicidades a las 5 seleccionadas, valoré su participación activa y lo maravilloso de sus relatos, gracias por ser parte de mis proyectos. Nos vemos en el 2021 con nuevos talleres.


Si te gusta la escritura creativa nos vemos en este Espacio en Facebook que he dispuesto para ello, donde podrías ser alguna vez una escritora de mi blog si te animas a realizar alguno de mis talleres.

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