Al ir mirando mi historia,
todo ese pasado que llevo conmigo, y más que mi pasado, ese legado emocional que
siempre me ha acompañado y que he hecho mío durante muchos años…Empiezo a traer
esas historias, a recordar desde donde podía venir eso a lo que llamamos Sombras,
esas sombras que nunca vi en mi o que creí que no las tenía, sombras que eran
invisibles y de las cuales me venían acompañando siempre…
Un día
esas sombras se hicieron visibles, y fue cuando sentía que
mi vida era casi perfecta, por el solo hecho de que creía que estaba manejando
todo a la perfección en el día a día, sintiendo que no necesitaba ayuda de
nadie. (Y hoy me doy cuenta que estaba en una gran soledad).
Un día de vuelta a buscar a mis hijos al colegio, discutí en el camino con un automovilista, a la semana discutí con la profesora de mi hija por su rendimiento, luego un silencio profundo con mi marido al punto de casi no tener nada de comunicación en nuestra relación de pareja.