Mostrando entradas con la etiqueta Maternidad Consciente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Maternidad Consciente. Mostrar todas las entradas

En las aguas del puerperio

 



¿Por qué las aguas del puerperio? Porque así lo sentí yo, un oleaje profundo que por poco me ahoga pero del que logré salir para ahora comprender mejor el proceso y del que sigo estudiando y reflexionando cada vez que tengo la oportunidad.

 

Cansada, maltratada, temerosa y adolorida, así comenzó mi maternidad, no me quedó ni la foto de novela con la sonrisa y lágrimas cayendo por mi rostro, mientras sostenía en mis brazos por un segundo a mi recién nacida, se ve claramente que no estaba feliz y no precisamente por poder ver a mi hija, sino por todo lo que sucedió para que llegara a este mundo.


Triste, nostálgica, temerosa nuevamente y con más dolor comenzó mi lactancia, primero mal agarre y después síndrome de Raynaud ¿será que todas las plagas de la maternidad me cayeron a mi? Me preguntaba siempre.


Las expectativas se derrumbaron estrepitosamente con una bebé que odiaba la cuna, el coche y cualquier persona que no fuera yo ¿alguien se la puede llevar un día? Pensé muchas veces y después lloré unas tantas más por tener esos pensamientos de “mala madre”.

La tristeza en la maternidad


Tener un hijo, es sin duda uno de los momentos más felices para las mujeres que tomamos esta decisión ¿verdad?. En lo personal no puedo olvidar el primer contacto que tuve con mi bebé, conocerla, olerla, hablarle, besarla; momentos inolvidables, que si eres madre sé que me entiendes y tal vez hasta te hice recordarlos.

Pero, ¿qué pasa en la vida de algunas mujeres después del parto? ¿En verdad todo es alegría?. A continuación te contaré mi historia con el posparto, quizá te identifiques un poco con ella.

Cuando nació mi bebé, yo estaba realmente contenta, ya que después de haber tenido un parto complicado y muchas horas de espera, pude tener a mi bebé en brazos y  ella estaba por fin conmigo sana y hermosa; sin embargo, algo sucedió después del primer día, porque no sentía esa alegría que muchas mujeres que acaban de ser madres dicen sentir; por el contrario, me sentía triste ¿pero cómo es posible que sientas tristeza en un momento que tendría que ser de gozo y alegría? Pues sí, así me sentía.

Del embarazo a la maternidad



Ojalá estés embarazada y hayas coincido con este post, ojalá hayas tropezado con estas líneas porque colocaste en el buscador algo relacionado con una maternidad consciente y diste clic en este enlace.

Te cuento que hace dos meses dejé de estar embarazada y físicamente ha sido una de las experiencias más dolorosas que he podido vivir, eso de esperar dos bebes al mismo tiempo puede llevar el cuerpo a un límite en el que el dolor y las proporciones se escapan de lo esperado.

Como madre de una adolescente no puedo negar que me afectó la idea de tener que comenzar de nuevo, luego de más de una década me sentía como toda una novata y de hecho el médico me confirmó que era primeriza funcional, así que después de tanto tiempo y de ver a mi hija tan bien encaminada emocionalmente, no sabía si estaba preparada para volver a criar.

Quedar embarazada es el resultado de un milagroso acto de amor que se llama fecundación, un instante de la vida que te marca hasta la eternidad en el que un ser se une a ti a través de tu sangre y se imprime en tu vida con un sutil “para siempre” a través de tu alma.