¿Te has llegado a sentir así alguna vez? ¿Has llegado a creer que cuando das mucho
sientes que la gente te debe y es por ello que no te gusta recibir para no
sentirte en deuda con nadie? Las personas que dan mucho tienen dificultades
en recibir, dan porque quieren control, y recibir es sentirse controladas.
Pero tal vez este no sea tu caso, si andas como
yo en este mundo del crecimiento personal sabes que te mereces absolutamente
todo y que ese todo es un reflejo de tu propio amor, así que cuando te resistes lo que realmente estás
haciendo es aferrándote a la carencia, a la insuficiencia, a no sentirte
merecedora.
El antónimo perfecto para esta idea es el
sentirse abundante, sabes que para inspirar a otros tú tienes que ser la
abundancia en muchos aspectos, pero si estás justo en este momento siendo dura
contigo misma porque no tienes dinero o porque no te sientes capaz para hacer
algo específico, entonces estás justo en el lugar en el que crees que no
mereces.
Yo también he escuchado esa voz que me dice que no merezco, que no soy suficientemente buena o suficientemente inteligente o suficientemente bella, esa voz susurra constantemente que no eres abundante, pero yo pretendo que lo soy, y lo hago cuando doy más de mi energía, más de mi amor, más de mi tiempo en abundancia.
Porque cuando das también te abres a recibir, y
dar no es más que soltar y fluir con la vida hasta que llega ese preciso
momento en el que el universo te trae todas las respuestas y luego entonces
hasta tienes la opción de elegir.
Lo sé, suena hasta cliché, pero cuando te cuestionas el merecimiento es
porque tus brazos están cerrados hacia la abundancia de la vida y no dejas
que la energía fluya hacia ti.
¿Sabes que me digo siempre? Que soy tan abundante como las hojas de los
arboles. La ciudad en la que vivo está poblada de arboles, frente a mi
ventana hay por lo menos unos diez de ellos a la disposición de mi vista, y me
deslumbro con la cantidad de hojas que hay en sus ramas y las otras tantas que
caen al suelo, y aún así, la majestuosidad y la abundancia no dejan de
pertenecerles.
Así mismo quiero que se transforme mi sentir, en
la pasividad de un árbol portando sus hojas y haciendo reflejo de la abundancia
de la vida.
He entendido que la única
forma de conectarme con la prosperidad es siendo yo próspera desde mi pensamiento y la forma
como yo le retribuyo a la vida lo que me ha otorgado, sabiendo que las tantas veces en las que me he sentido inferior es
porque el merecimiento ha estado allí cuestionando mi presencia, pero
realmente he sido siempre yo desde lo más profundo debatiendo entre lo que
estoy viviendo y lo que debería vivir.
Y es que esos “deberías” son tan impertinentes
e inoportunos porque no te hacen enfocarte en lo que hay sino en lo que no
tienes o ya no tienes o nunca has tenido, y
es que justo ahora puedes tener todo lo mínimo que se necesita para vivir y aún
así no creerte merecedora, y peor aún, creyendo que con otras cosas sí serás
feliz.
Lo que debemos revisar entonces es nuestra concepción
del merecimiento y saber que tenemos justo lo que creemos y solo recibiremos
más en la medida en que otorguemos y que la vida está en correspondencia con
eso que damos.
Estoy más que segura que mi
entendimiento de lo que es la felicidad no se parece en nada a lo que tú
crees sobre ser feliz, lo mismo ocurre con el merecimiento que es tan abstracto
y subjetivo como esa percepción de lo que cada quien cree que debe recibir.
Nos cuestionamos el
merecimiento cuando estamos siendo felices y no lo creemos, así que la próxima vez que la
dicha toque a tu puerta solo ábrele y siéntete digna de merecer.
Gran artículo tienes toda la razón, es muy importante el sentirse valida y merecedora de todo lo que nos llega y creamos, amémonos sin barreras.
ResponderEliminarMuchas gracias por comprenderlo, pasarte y comentar.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarNo sabes lo gratificante que es leerte.
Debo confesar que he sido de esas personas, e incluso muchas veces aun, que en ocasiones piensa "no me merezco eso", hablando en el sentido positivo de la frase. Pero otras veces me digo, "y tanto que lo mereces,, eso y más".
Me ha encantado la metáfora de los árboles,
Besotes
Que bella muchas gracias, sí, es una metáfora preciosa que me digo a diario para volverlo mi realidad, gracias por tus lindas palabras, siempre es un placer tener tu comentario.
EliminarHola nena, que buen post, casualmente yo he decidido que este mes de Agosto, es un mes para honrarme y sentirme orgullosa por lo que soy, lo que he logrado, por cada una de mis heridas obtenidas en la vida; eso de no sentirme merecedora mucho tiempo lo sentí hasta que comprendí que si YO no me hago valer y no me valoro a mí misma, nadie lo va a hacer por mí, pues todo inicia por mí, además el saber y decir que si merezco y que no, solo lo tengo que juzgar yo y de manera muy, muy objetiva, pues los demás opinarán desde su perspectiva y su juicio sin saber en realidad cuales han sido mis pasos.
ResponderEliminarExcelente decisión Sharon, la valoración comienza desde nosotras mismas, me parece genial tu iniciativa voy a inspirarme de ella. Besos.
EliminarHola! Me ha gustado mucho tu post, bajo mi punto de vista, considero que si queremos algo debemos ir a muerte a por ello cuando depende de nosotros, y si por ejemplo consideras que vives algo que no mereces lucha por cambiarlo, pensar en ello no nos lleva a ningún lado, tenemos la oportunidad de estar vivos y cambiar todo aquello que nos hace sentir satisfechos.
ResponderEliminarExcelente reflexión Sara, me gusta tu perspectiva, ojala muchas mujeres estén pensando como tú, gracias por dejar este valioso aporte.
EliminarNunca había escuchado la palabra merecimiento como tal. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos las trabas de que no somos suficientemente buenos...Y si no empezamos a valorarnos nosotros, no podemos esperar a que los demás lo hagan, bss!
ResponderEliminarEs muy cierto Paula, gracias por tu aporte, ahora tienes una nueva palabra.
EliminarTenemos que empezar a aceptar las cosas buenas que nos trae la vida. A veces por no parecer prepotentes creemos no sentirnos merecedores, pero las cosas buenas siempre pasan por algo. Me gustan mucho estos post que me hacen pensar. Un saludo.
ResponderEliminarQué bueno Vanessa gracias por valorarlo y dejar este lindo comentario.
EliminarMe entregue tanto en una relación que me olvidé de mí, cuando esa persona decidió irse me encontraba vacía en mi vida. Te entiendo perfectamente, muchas veces nos entregamos tanto y queremos cumplir las expectativas de los demás que nos vamos olvidando por completo de quien somos y quien en realidad somos. Solo nosotros nos podemos llenar de felicidad en esta vida.
ResponderEliminarEs así Alexa, no hay otro camino, el vacío solo lo llenamos nosotras, nadie más. Gracias por compartir un poco de ti.
EliminarNunca he pensado que no merezco algo, siempre me he creído que lo merezco todo y mas, pero si se ven casos de personas que se menosprecian ellas mismas, de esta forma como quieren que los demás piensen lo contrario? el amor propio empieza por nosotras mismas sin depender del qué dirán los demás por muy familia que sea.
ResponderEliminarExactamente Amparo, siempre tan certera en tus comentarios.
EliminarHola Eliana!
ResponderEliminarGenial este post para refrescar conceptos y festejar logros. Yo era de las que no aceptaba nada, no sé específicamente si era un problema de merecimiento o era porque no quería perder el control. Ahora que lo leo en tu artículo, lo veo más claramente.
Pero como te decía, algo debe haber cambiado, porque ahora no sólo recibo sino que soy capaz de pedir sin ningún tipo de problema!
Un abrazo y como siempre un placer leerte.
Wow que bien lo has explicado Florencia, que bueno que ahora lo veas más claramente con mis palabras, me llenas de dicha. Un abrazo.
EliminarHola: creo que a veces es como mencionas y le ocurre a muchas personas. Que se preguntan que hicieron para merecer tanto lo bueno como lo malo. De mi parte trato de no darle lugar a pensamientos así. Excelente publicación.
ResponderEliminarMuchas gracias Reina, siempre es un placer tenerte entre los comentarios.
EliminarHola Eliana!!
ResponderEliminarGran post con reflexiones muy profundas, en lo personal no he tenido el sentimiento de no merecer algo sino por el contrario de creer que merezco mucho y por ende no disfrutar el presente o lo que ya tengo.
Creo que es importante encontrar un equilibrio y también entender que no siempre tendremos todo lo que queremos pero si podemos trabajar nuestra mentalidad enfocada en la abundancia e ir trabajando en pos de lo que queremos.
Un abrazo
Qué gran aporte Gabriela, gracias por transmitirlo con tanta claridad, siempre es un placer verte por aquí.
EliminarAceptar es muy difícil, creo que hemos sido educadas para dar, dar y sacrificarnos por el otro, pero pedir, aceptar y recibir sin sentirse uno inútil, o que te quieren comprar para algo… Es cosa de una generación donde el sacrificio ha sido la filosofía de vida. Estoy de acuerdo contigo de que eso cierra muchas puertas y que abrirse a la abundancia, al merecimiento es importante y el cuestionarnos cómo lo estamos viviendo es un gran paso para llegar a esa apertura :) Excelente reflexión preciosa :)
ResponderEliminarGracias por apreciar mis palabras Diana y por dejar tu gran aporte que yo siempre valoro tanto, ya basta de dar, comencemos a recibir y a saber pedir ayuda.
EliminarHola guapa. Me ha gustado muchísimo leer tu artículo sobre cuando nos cuestionamos el merecimiento porque me he sentido un poco identificada en algunas partes..., ahora ya no pienso así porque he cambiado el chip de mi mente y creo que nos merecemos todo lo bueno que nos pasa pero años atrás si me lo cuestionaba... Muchas gracias por compartir todo esto con nosotros. Besos.
ResponderEliminarGracias a ti María por acercarte a mis palabras con el corazón abierto y quedarte con lo que he escrito, que bueno que has cambiado el chip, me alegro por ti.
EliminarUna vez leí que aceptamos el amor que creemos merecer. Pero yo creo que no. Creo que todos tenemos ese merecimiento de la felicidad, el amor, la dicha, tal como tú lo enseñas es que simplemente debemos abrirnos las puertas para que todo lo bueno nos llegue.
ResponderEliminarElie que bien lo has explicado, gracias por tu aporte y por acercarte a mis palabras.
Eliminar